SANCHEZ, Samaná.- Los deslizamientos de tierra continúan registrándose en el barrio La Torre, de este municipio, como consecuencia de las lluvias, lo que mantiene en estado de angustia a decenas de familias pobres.
Los moradores del sector pidieron nuevamente la urgente intervención del Gobierno, a fin de que disponga su reubicación en otro lugar donde estén seguros.
El Comité Municipal de Emergencia, presidido por el síndico de esta localidad, Inocencio de Jesús Calcaño, informó que se ha declarado en sesión permanente, tras agravarse la situación de los barrios La Torre y El Botao.
Según el organismo de socorro, los deslizamientos también provocan erosión en la costa, lo que ocasionaría un impacto negativo sobre la zona, «poniendo en peligro cada vez más las vidas de estas familias que no tienen a donde ir».
En ese sentido, el ejecutivo municipal precisó que las áreas afectadas requieren del saneamiento y una inversión probablemente cuantiosa, que el ayuntamiento solo no puede asumir, por lo que insistió en que el Gobierno es el que tiene que hacerle frente al problema.
«Hemos contribuido en lo que se ha podido», expresó el síndico, quien señaló que recientemente construyó un muro de gaviones para proteger una capilla de arquitectura victoriana próximo al lugar, en el que se observan escombros de viviendas que fueron habitadas y árboles deslizados a más de 100 metros.
Explicó que el subsidio del cabildo es de RD$1.0 millón, lo cual se destina en un 100 por ciento a servicios municipales, obras y al pago de la nómina.
De Jesús Calcaño dijo que tanto la gobernación como el ayuntamiento han realizado gestiones conjuntas ante el propio Presidente Hipólito Mejía, «y él nos prometió que iba a intervenir en este asunto».
Se informó que técnicos de la Secretaría de Obras Públicas hicieron un estudio preliminar a mediados de diciembre pasado en la referida zona, pero todavía las autoridades están a la espera de los resultados, lo que podrían determinar las causas del fenómeno geológico.
Conforme a declaraciones ofrecidas a HOY por algunos de los residentes, la celeridad de los deslizamientos, que se iniciaron en noviembre del pasado año, tienen su origen en una mina de carbón.
Indicaron que en la medida en que se producen los deslizamientos, el mar penetra, arrasando con lo que encuentra a su paso.
«Esto se ha convertido en un lodo mal oliente que respira la gente. De ahí que puede propagarse una epidemia», expresaron.