Las exportaciones del país han declinado significativamente, debido a contracción de la demanda en los mercados de destino. La producción local ha decaído por las mismas causas. Estos dos ingredientes han hecho bajar sustancialmente las recaudaciones fiscales. A pesar de la reducción de las tasas de interés, la falta de demanda de créditos mantiene ociosos 20,000 millones de pesos en la banca local. El Fondo Monetario Internacional y otros organismos especializados pronostican una declinación del crecimiento de la economía previsto para este año. Son signos muy claros de desaceleración o tendencia a la ralentización de la economía.
Por eso es válida la preocupación del sector empresarial en cuanto a la aparente falta de políticas oficiales para estimular una aceleración de la economía que impida la pérdida de empleos y eventuales conflictos sociales. Es necesario buscar los medios para contrarrestar o amortiguar los efectos negativos locales que se derivan de la crisis global. No se avistan signos de cambios positivos importantes en la economía internacional y los países tienen que maniobrar con los factores internos para compensar la situación. Hay países, como España, donde la desaceleración de la economía ha tenido efectos sociales dramáticos. Aquí, salvando las diferencias, tenemos que maniobrar para evitar que nos pase algo semejante.
Los fondos extra para Educación
La Secretaría de Estado de Educación no ha recibido aún una asignación extraordinaria, de RD$4,090 millones, con los cuales pretende desarrollar programas de capacitación docente. El anuncio de ese aporte fue hecho en febrero, pero no ha materializado. Hay en marcha una gestión de crédito ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial cuyos trámites parecen haberse atrasado por causas que se desconocen.
La preparación de docentes es una de las necesidades más urgentes de esa cartera. El énfasis por mejorar la educación tiene que dedicarle atención y recursos a la capacitación de educadores para mejorar los índices de aprovechamiento en los planteles. En virtud de la importancia del programa de capacitación, que solo espera los fondos a que hacemos referencia, estimamos conveniente que se aceleren en la medida posible los trámites necesarios para captar estos recursos.