Desaceleración en ingresos pone recuperación en centro  atención

Desaceleración en ingresos pone recuperación en centro  atención

RICHARD MILNE
Como si las crisis en Japón y el Medio Oriente no fueran suficientes para que los inversionistas hagan frente, los ingresos están ahora comenzando a ser decepcionantes.  La recuperación de dos años en el ámbito de las acciones ha sido favorecida a un alto grado por la fuerte rentabilidad de las compañías alrededor del mundo. Los abultados márgenes aumentados por la reducción de costos durante la crisis financiera han ayudado a aislar a los mercados de las preocupaciones geopolíticas.

Pero esa historia está comenzando a cambiar. La rentabilidad está todavía incrementando para la mayoría de las compañías, pero ya no está aumentando en gran parte del mundo al ritmo que los analistas esperaban.

El cuadro parece más sombrío en Europa, donde hay doble problema. Más compañías no financieras ignoraron su pronóstico del consenso de analistas respecto a sus ingresos en el último trimestre de 2010, la primera decepción neta desde el 2008. Al mismo tiempo, los analistas han comenzado a bajar sus estimados de beneficios para más compañías antes que aumentarlos, significando que las revisiones de ingresos se han tornado negativas.

 “Este es un interesante punto de inflexión”, dice Ronan Carr, estratega de acciones de Morgan Stanley. “Ultimadamente esto indica que el crecimiento de ingresos será un poco decepcionante. Tradicionalmente, eso no es una buena señal para el rendimiento del mercado de acciones”.

En otros lugares el cuadro es combinado. Las compañías de E.U. y de Japón están viendo la proporción más alta de depreciación en las clasificaciones en un periodo de tres meses fuera de los 24 mayores mercados de acciones seguidos por JPMorgan Asset Management. Pero Brasil, Rusia,  India y China están experimentando un impulso negativo en los ingresos, en un momento en que las bajas clasificaciones superan las altas.

Dan Morris, estratega de mercado en el grupo de gestión de fondos, dice que los mercados pueden estar influenciados por los acontecimientos, como el caso de Japón o del Medio Oriente, o de los cambios en la confianza, pero últimamente ellos se reflejan en la rentabilidad de las compañías. La mayoría de inversionistas está de acuerdo en que los mercados de acciones se mueven con dificultad cuando el impulso de los ingresos se frena o se torna negativo. Pero hay considerable debate entre ellos sobre cuan mala es la señal que esto representa, especialmente después de la reciente crisis.

Un problema para muchos inversionistas es que las revisiones de los beneficios, aunque son un indicador útil, están basadas en el consenso de los pronósticos de los analistas. Eso las deja abiertas a las cambiantes novedades.

Tristan Hanson, jefe de asignación de activos en Ashburton, una firma de inversiones radicada en Jersey, dice que la década anterior, cuando las compañías regularmente afectaban los pronósticos de los analistas, era un contraste total al periodo de 1988 hasta el 2003. “Entonces, cada año los analistas eran demasiado optimistas y tenían que ser revisados. Pero el mercado aún puede crecer, ya que si se pronostica un 14% y las ganancias crecen un 12%, eso todavía está dentro de lo razonable”.

Henning Gebhardt, jefe de Acciones Europeas en DWS, el mayor gestor de fondos de Alemania, dice que muchas de las decepciones a causa de los ingresos reflejan un difícil trimestre final de 2010, lo cual tomó a los analistas por sorpresa. Los crecientes precios de los materiales crudos y otros costos de entrada afectan las empresas en sectores tales como  bienes inmobiliarios.  “Se tuvieron algunas decepciones de parte de las compañías al final de año, justo cuando se tenían fuertes divisas, pero los analistas no vieron eso”, agregó.

Las compañías sorprendieron a los inversionistas con la fortaleza de su rebote en  2009 y  2010 tras la crisis financiera. Andreas Utermann, jefe oficial de inversión de RCM, propiedad de Allianz de Alemania, argumenta que el impulso negativo de los ingresos puede durar sólo  de 3 a 6 meses, mientras la rentabilidad continúe incrementando.

Los analistas están pronosticando un 16% de aumento en las ganancias europeas este año, pero los estrategas de Morgan Stanley piensan que esto será sólo por un 12%. Una preocupación es el aumento del costo de las materias primas. Utermann expresó: “El mayor desafío en los próximos 12 meses en lo que se refiere a las ganancias tiene que ver con los costos de entrada. Probablemente veremos cierta compresión del margen, lo cual está bien si se tiene un aumento en las ventas. 

La evidencia en ambos lados del Atlántico está alentando en este aspecto. Las compañías superaron los pronósticos de los analistas de ventas a la segunda tasa más alta en cinco años en Europa, de acuerdo a Morgan Stanley. En E.U. estuvo al nivel más alto en al menos dos años, de acuerdo al Deutsche Bank.

Finalmente, algunos inversionistas sostienen que es difícil volverse demasiado pesimista sobre Europa, ya que esta es uno los mercados más caros del mundo. Jonathan Xiong, un distribuidor de activos en Mellon Capital Management en San Francisco, dice: “Aunque el impulso de los ingresos puede retrasarse relativamente ellos todavía están baratos”.

La frase

Dan Morrise

El sentimiento, la liquidez o la macro pueden importar mientras tanto, pero al final todo tiene que ver con los ingresos. Si las ganancias decepcionan, los precios tarde o temprano bajarán”.

La Fed percibe la recuperación comienza a cobrar fortaleza

James Politi

 Washington

Oficiales de la Reserva Federal dijeron que la recuperación económica de E.U. estaba en un movimiento más firme aumentando su perspectiva, pero todavía prometiendo seguir adelante con el estímulo monetario según lo planeado.

El Comité Federal de Mercado Abierto se reunió en los últimos días entre las fuertes preocupaciones de que la crisis en el Medio Oriente y el terremoto en Japón podrían amenazar con reactivar la economía americana.

En este contexto, la Fed mantuvo su tasa de interés principal en su rango actual de 0-0.25% y dijo que continuaría con el programa de US$600 millardos de compra de bonos del Gobierno hasta finales de junio, de acuerdo a lo programado.

Hubo un considerable cambio de tono para la Fed en relación a las condiciones económicas de E.U., ya que los oficiales están denotando que el mercado laboral “parece estar mejorando gradualmente”, aunque la tasa de desempleo se mantiene “elevada”.

La Fed se abstuvo de expresar que los empleadores estaban “renuentes a hacer adiciones a las nóminas”, lo cual se había vuelto un elemento básico de sus declaraciones desde la recesión. Mientras tanto, el gasto del consumidor y la inversión empresarial “continúan expandiéndose”, expresó la Fed.

Sin embargo, los oficiales de la Fed quedan cautelosos sobre la recuperación, y están buscando más evidencia de que esta se está moviendo a una velocidad más alta. Ellos indicaron que la inversión en las estructuras no-residenciales estaba todavía débil y que el sector inmobiliario estaba “deprimido”.

La Fed dijo que las expectativas de inflación quedaban estables y la inflación central, excluyendo los costos de energía y alimentos, eran moderadas, a pesar del fuerte aumento en los precios del petróleo en las últimas semanas. La Fed puso en claro que esperaba que la presión ascendente sobre la inflación, causada por los incrementos en los precios de las materias primas, fuera “transitoria”, aunque sí se comprometió a prestar mucha atención a las tendencias de la inflación.

En este escenario, la mayoría de los economistas considera extremadamente improbable que la Fed decida llamar a un cese temprano del programa de compras de activos QE2, o hacer prontamente cualquier otro movimiento hacia una política monetaria más estricta.

Para estar seguros, E.U. recientemente ha visto una serie de data económica más fuerte, más notablemente un ritmo más rápido de creación de empleos y una disminución en la tasa de desempleo hasta un 8.9%, el nivel más bajo en dos años.

Pero una serie de riesgos externos hará que los oficiales de la Fed se cuiden de ser demasiado optimistas El reciente incremento en el precio del petróleo ha aumentado las probabilidades de que el gasto del consumidor y la confianza puedan ser afectadas ya que los americanos se sienten cada vez más oprimidos por los altos costos energéticos. Esto podría limitar la aceleración en la expansión económica, disminuyendo la tasa de crecimiento proyectada y retrasando la mejoría en el mercado laboral, ya que las empresas vuelven a su anterior renuencia a contratar nuevos trabajadores.

Mientras tanto, los oficiales en la Fed estarán monitorizando el impacto del desastroso terremoto de Japón, buscando señales de que esto pueda perjudicar la economía global.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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