La Dirección General de Aduanas garantizó la agilidad de los procedimientos en la aplicación de las preferencias arancelarias, con el propósito de que las mercancías acogidas a este régimen sean desaduanizadas en menos de 48 horas, conforme al plazo establecido en el DR-CAFTA y la Ley 226-06.
La afirmación la hizo el subdirector Técnico de Aduanas, doctor Eduardo Rodríguez, quien manifestó que si bien es cierto que la Aduanas tiene la obligación de verificar el origen de las mercancías, éstas serán despachadas conforme al plazo de las 48 horas, y posteriormente mediante un proceso de fiscalización se valida la información.
“Aduanas tiene mecanismos de intercambio de información con la aduana de los Estados Unidos y con todas las aduanas de los países firmantes del acuerdo, lo que permitirá validar la información posteriormente, esto no significa que las mercancías se quedarán en los puertos hasta que institución investigue si el bien es originario, sino que las mercancías se despachan y mediante un procedimiento de fiscalización a posteriori de valida esa información”, dijo Rodríguez.
Dijo que la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio ha redimensionado el papel de la Aduana, que pasa a ser una administradora de los tratados, y que en la medida en que el país siga ensanchando sus relaciones comerciales el trabajo de la institución será más exigente.
El funcionario y especialista en Comercio Internacional, puso como ejemplo que en estos momentos República Dominicana está negociando con la Unión Europea, y que en un plazo de dos años habrá que negociar con México y Canadá para poder acumular origen con esos países en el DR-CAFTA.
Expresó que el proceso de modernización y eficiencia de la Aduana implica que en los próximos días el organismo instalará equipos de rayos X en todos los puertos y pasos fronterizos, lo que ayudará a que la desaduanización de las mercancías sea más rápida al tiempo permitirá mejorar el proceso de las recaudaciones.
Rodríguez explicó que con respecto a la importación de vehículos estos deben cumplir con las exigencias de un bien originario, no que sea una marca norteamericana, sino que debe ser hecho en los Estados Unidos y que cumpla con la reglas de origen, que establecen que un bien debe tener componentes CAFTA o norteamericanos en más de un 35 por ciento.
Aclaró que en el caso de los carros usados éstos deben poseer un certificado de origen que garantice que no han sufrido una transformación que lo convierta en un bien que no califica para recibir la preferencia arancelaria.
“Por tanto – expresó Rodríguez – no todos los bienes usados, con excepción de los remanufacturados, se benefician del acuerdo porque no cumplen con el requisito de origen, ya que nadie va a validar que ese vehículo perdió o ganó origen, lo que también pasa con una serie de bienes usados”.
El funcionario señaló que la institución realizó investigaciones y determinó, que vehículos ensamblados en Estados Unidos, como es el Toyota y otras marcas, cumplen con las reglas de origen, por lo que pagarán un arancel del 15 por ciento.