Desalojados del Metro Santo Domingo reclaman viviendas prometidas

<P>Desalojados del Metro Santo Domingo reclaman viviendas prometidas</P>

Las pequeñas casas de la izquieda son de las construidas por la Opret para dar paso a una de las obras complementarias del Metro Santo Domingo. La promesa fue que el gobierno levantaría viviendas para trasladar a estas familias de las orillas del río Ozama, donde fueron ubicadas de manera provisional. Ayer,  organizaciones comunitarias y las iglesias del barrio La Zurza, exigieron  de la Opret  y del Instituto Nacional de la Vivienda  la terminación de los apartamentos construidos  para albergar a las 170 familias que habitan  debajo del puente Presidente Francisco J. Peynado.

Las organizaciones comunitarias y las iglesias del barrio La Zurza, exigieron hoy de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) y del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) la terminación de los apartamentos construidos en la zona para albergar a las 170 familias que habitan los barracones, debajo del puente Presidente Francisco J. Peynado.

Las organizaciones comunitarias y el Comité Gestor Pro desarrollo de La Zurza informaron que 40 apartamentos están prácticamente terminados, pero que las familias del sector  El  Hoyo, de ese barrio, que están en los barracones son 50, por lo que hasta que no estén todas las viviendas disponibles no se mudarán a las nuevas viviendas.

Apelaron a la sensibilidad del presidente Leonel Fernández, para que disponga de los recursos que faltan para la terminación de los apartamentos, sobre todo, de la segunda etapa que está lista en más de un 50 por ciento.

En un acto donde estuvieron reunidos los desalojados del Hoyo de la Zurza, Víctor Manuel Cortorreal, quien fungió como   vocero, recordó que 177 familias cedieron  sus viviendas, hace más de tres años, para que el Gobierno iniciara la avenida Perimetral por toda la margen occidental del río Isabela, una obra complementaria al Metro de Santo Domingo, con el compromiso de que en un período corto estarían viviendo en mejores condiciones.

La Opret construyó 25 barracones  para 50 familias, mientras otras 52 siguen viviendo en forma inhumana en la margen del río, al lado de cañadas, soportando el hedor y expuestas a la contaminación.

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