Por YNDIRA CONCEPCIÓN
Las 28 familias que hace dos semanas fueron desalojadas del sector Las Caobitas en el ensanche Evaristo Morales, del Distrito Nacional, tratan de rehacer sus vidas con normalidad, luego de perder de manera violenta todos sus ajuares y ver sus casas destruidas. El desalojo cumplía una sentencia de la Suprema Corte de Justicia.
Hoy viven en sus casas semi destruidas, con planchas de zinc en los huecos de las puertas y ventanas que fueron arrancadas de cuajo con todo y verjas. Los niños asisten a la escuela apoyados por sicólogos para ayudarlos a asimilar el trauma de ver miembros de la Policía destruyendo sus hogares.
Los terrenos, situados en el solar 12, manzana 1648, del Distrito Nacional, son reclamados por el señor Hipólito Melo Sánchez, quien asegura haberlos adquirido hace 40 años.
Durante una visita al lugar, reporteros de Hoy observaron a un técnico de una empresa telefónica que reinstalaba el servicio. Contrario a días anteriores el lugar se visualizaba limpio, con los escombros acumulados en un lugar, pedazos de bloques puertas, techos, zinc entre otros.
Residentes del lugar mostraron un documento con membrete del bufete de abogados AR&A, (Almeyda Rancier y Asociados) en el que se hace una rectificación de un supuesto error “de la decisión número tres de fecha 6 de febrero del 1996,con relación al solar número 12, manzana número 1648, del Distrito Catastral número 1, del Distrito Nacional, donde se establece que el área correcta del referido solar es de 1968.29 metros cuadrados en vez de 1289.90”.
Apolinar Cruz Félix, vocero de los afectados, dijo que la resolución oficial data del cuatro de diciembre del 1972, “en el que él (Hipólito Melo Sánchez) compra, y el Tribunal de Tierras le reconoce 1289.90 metros. Entonces ¿por qué Franklin pide 700 y pico de metros?. ¿Tú sabes lo que significa eso en el Evaristo Morales?. Nadie puede obtener tierra que no compra. El lo hizo por la influencia del poder”, afirmó.
Vecinos, que al ser entrevistados se negaron a ofrecer sus nombres dijeron que el 28 de noviembre, cuando fueron desalojados, algunos muchachos del lugar identificaron a los “ayudantes” de los policías como reos porque supuestamente portaban cintillos en sus muñecas que los identificaba como tal.
Según narraron, “cuando los muchachos le voceaban fulano, ladronazo!, Ellos les contestaban: No me digas así. Ellos nos contaron que los conocían porque fueron compañeros de celda en prisión”.
Razones que entienden justifican la gran cantidad de policías y coroneles y más de 20 motocicletas linces que ocupaban dos uniformados.
A pesar de las violaciones a sus hogares, Cruz Felix, insistió en la disposición de comprar los terrenos, “pero en otros términos porque hemos sido afectados moral, emocional y físicamente”.
Cruz Felix informó que ayer al medio día sostendrían una reunión con familiares del demandante de los terrenos, Melo Sánchez y a las tres de la tarde, con el Abogado del Pueblo para tratar de buscar una salida a la población. No se pudo constatar para conocer la información definitiva.
SUELTO
La empresa Tropigas Dominicana ha mostrado disposición de comprar los terrenos y regalárselos a los residentes. Pero hasta ahora no han recibido respuesta de parte de los propietarios.
TESTIMONIO
Bryan Tejada, un niño de nueve años, narró cómo un día normal de su vida se convirtió en un caos y perdió gran parte de sus juguetes, ropa y cuadernos.
“Yo recuerdo que ese día, me fui para la escuela y dejé algunos cuadernos. Fueron a buscar a mi papá porque estaba pasando algo aquí”.
“Cuando yo vine sólo encontré un tenis, y un par de chancletas, mis cuadernos no estaban y gran parte de mis juguetes. Gracias a Dios que unos vecinos cogieron algunas cosas y me la guardaron”. Explicó que como a él también a otros niños les pasó lo mismo.