MIAMI.  EFE.  Los cayos de Florida, en el extremo sur de ese estado de EE.UU., esperan en estado de emergencia al poderoso huracán “Ike” que ayer azotaba Cuba de oriente a occidente.

La evacuación obligatoria de los residentes de los cayos se completó ayer y en toda la zona se han paralizado las actividades.

Los turistas comenzaron a abandonar el rosario de islotes desde el sábado, mientras que los residentes lo hicieron el domingo y hoy, hacia el interior de la península, tras la orden emitida por el Centro de Operaciones de Emergencia del condado de Monroe.

El gobernador de Florida, Charlie Crist, declaró el estado de emergencia que permite coordinar las operaciones de evacuación y activar planes con las agencias locales, estatales y federales y la Guardia Nacional, además de la apertura de refugios. “Hay que estar preparados”, dijo Crist, porque cuando se trata de huracanes “no hay reglas”, de modo que hay que permanecer “vigilantes”.

El feroz huracán “Ike” desembarcó en la costa noreste de Cuba con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora y, según un probable patrón de trayectoria, barrerá la isla de este a oeste para salir hoy por la noche a las cálidas aguas del Golfo de México.

Los cayos más al sur del estado sentirán los efectos de los fuertes aguaceros y los vientos del ciclón  pero no sufrirán directamente su impacto.