POR ODALIS MEJIA
“Denme una pistola pa yo irme atracar ¿por qué con que yo mantengo a mis hijos?”, así respondía un vendedor de la playa de Boca Chica a los policías luego que varios agentes iniciaran el desalojo de los pequeños negocios ubicados a orilla de la playa como parte de un programa de desarrabilización del  balneario que ejecuta la Secretaría de Turismo.

Esta medida provocó enardecidas protestas de parte de los vendedores que fueron sorprendidos cerca de la 7:00 de la mañana cuando los agentes de la Policía Nacional y  Turística desmontaban los paraguas y sillas que los trabajadores rentan a los visitantes. Pancracio Sosa, secretario general del Sindicato de Playeros de Boca Chica, criticó que sólo se impidiera la instalación de paraguas y sillas a los trabajadores informales de  playa y  no así en los frentes de los hoteles Don Juan y Dominican Bay que  tienen instalaciones dentro de los 60 metros de la pleamar.

Denunció que los agentes policiales dispararon  a los vendedores. Por suerte, ninguno resultó herido.  “Aquí en Boca Chica va a ver muerte si intentan desalojar los trabajadores de la playa”, expresó Sosa  junto a decenas de personas que responsabilizaron a la subsecretaria de Turismo, Magalys Toribio,  de cualquier situación que ocurra.