El 8 de marzo de 2024 se cumplen diez años desde que el vuelo MH370 de Malaysia Airlines, un Boeing 777 con destino a Pekín desde Kuala Lumpur, desapareció de los radares tras 40 minutos de vuelo con 239 personas a bordo.
El Primer Ministro malasio, Anwar Ibrahim, habló de relanzar la búsqueda «en caso de pruebas convincentes». Florence de Changy, autora de una larga investigación sobre el caso (Vol MH370, la disparition, publicado por Les Arènes), repasa diez años de esperanzas sistemáticamente defraudadas para las familias.
Con nuestra corresponsal en Hong Kong, Florence de Changy
En marzo de 2014, Anwar Ibrahim estaba a punto de volver a la cárcel por una nueva condena política. Durante una entrevista en la sede de su partido, pocos días después de la desaparición del avión, el político malasio se ofendió por el hecho de que su país afirmara no saber qué había pasado con el vuelo MH370. Se refirió en particular a los sofisticados radares Thales que él mismo había encargado.
Pero desde 2014, los papeles se han invertido. Anwar Ibrahim se ha convertido en primer ministro, mientras que el anterior titular, Najib Razak, está a su vez en prisión, procesado por decenas de cargos de corrupción masiva. Najib Razak había sido el portavoz de la versión oficial, que afirmaba que el avión dio la vuelta y finalmente se estrelló en el océano Índico, basándose únicamente en los datos suministrados por la empresa británica de comunicaciones por satélite Inmarsat.
Pero ni un solo país del mundo ha sido capaz de proporcionar la más mínima imagen de radar o de satélite que corrobore esta hipótesis, y no se han detectado restos ni en la superficie del océano ni en el lecho marino en el momento del accidente. Tres búsquedas submarinas sucesivas tampoco han encontrado nada en el fondo del mar. No hay razón para creer que una cuarta campaña de búsqueda no logrará localizar el campo de restos del vuelo MH370 y sus 239 pasajeros.