El Gobierno de Danilo Medina desaprovechó una buena coyuntura para eliminar o contener el déficit fiscal a través de una reforma fiscal, afirmó ayer el economista Pavel Isa Contreras.
Precisó que hubo una coyuntura de recuperación económica y bajos precios del petróleo, lo que implicaba un subsidio eléctrico mucho más reducido.
“El Gobierno tenía capital político para empujar una reforma de la fiscalidad que permitiese conducir las finanzas públicas por una senda más sostenible”, sostuvo Isa Contreras.
Explicó que la parte de la sociedad que hace opinión pública tenía mucha animadversión a cualquier propuesta que implicara una reforma tributaria, que de una u otra manea iba a implicar más impuestos, debido a los escándalos de corrupción.
“Yo pienso que la corrupción ha sido un factor fundamental de impedir una reforma para elevar los ingresos”, dijo Isa Contreras.
Sostuvo que otro elemento que impidió hacer la reforma tributaria fue el clientelismo político, argumentando que sanear el gasto público implicaba un costo político que el Gobierno no estaba dispuesto a pagar.
El tema fiscal se ha estado aplazando, porque la clientela política resiste y la prioridad que el Gobierno le puso a Punta Catalina implicó que el ritmo del gasto se haya mantenido, planteó.

Consideró que el Gobierno no tuvo el coraje de enfrentar la corrupción y de discutir con la cara en alto frente a la sociedad dominicana en los temas tributarios.
El próximo Gobierno estará obligado a enfrentar el tema fiscal de una o de otra forma, manifestó.
“La urgencia de enfrentar el tema fiscal dependerá de cómo terminen cerrando las finanzas públicas en el 2019 y 2020”, señaló.
Agregó que otro factor está ligado a las condiciones políticas del que llegue al poder en las elecciones de mayo del 2020 y la fuerza que tenga en el Congreso.
Vaticina que será un Congreso donde el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tenga mucho menos poder, aun ganando las elecciones, por lo cual será más difícil hacer una reforma tributaria.
Por otro lado, dijo que el Gobierno pensaba que el problema eléctrico se solucionaba por la generación y sus esfuerzos por la distribución han sido muy débiles.
Planteó que las dos plantas de Punta Catalina estarán colocando energía más barata en las redes, pero se perderá la misma cantidad, cerca del 30%.
Las empresas distribuidoras de energía son la caja del sistema eléctrico y “si las cajas no funcionan, el sistema eléctrico no va funcionar, aunque venda energía más barata de Punta Catalina”, afirmó el catedrático del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).