Desarme y criminalidad

Desarme y criminalidad

Claudio Acosta.

Voy a decirlo sin darle muchas vueltas para que ganemos tiempo y espacio: estoy de acuerdo con el Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, cuando afirma que quien en estos tiempos anda con una arma de fuego dizque para protegerse tiene mas riesgo de que lo maten que el que no tiene nada. Y los datos que aportó, para reforzar su afirmación, no dejan lugar a las dudas: el 90% de los policías y militares que han muerto de manera violenta en el país entre el 2014 y el 2015 ha sido para robarles el arma de reglamento. Pero todavía hay mas: en los últimos cinco años alrededor del 70% de las muertes violentas, incluidos los feminicidios, han sido provocadas por armas de fuego. También comparto la opinión del Procurador sobre la solución que propone para un problema que desangra, literalmente, a la sociedad dominicana: desarmar a la población civil y al portador ilegal. Desde luego, eso es mas fácil decirlo que hacerlo en un país donde impera la “cultura de andar armado”, a la que no escapan nuestros legisladores como lo demuestra el hecho de que la ley 36 sobre Porte y Tenencia de Armas de Fuego duerme un largo sueño de diez años en el Congreso. A eso se agrega que ninguna autoridad, en este momento, está en capacidad de garantizar que desarmará a una delincuencia desbordada y desafiante, lo que ha llevado al ciudadano a convencerse de que debe defenderse como pueda, y nada como un arma de fuego para transmitir esa falsa sensación de poder. Estamos, como se ve, atrapados en un círculo vicioso que no parece haber forma de romper. Mientras tanto, les aconsejo hacerle caso a la recomendación del Procurador: andar con un arma de fuego es, en los violentos tiempos que vivimos, una invitación a que lo maten.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas