Uno de los temas que más me gustan en mi mundo de recursos humanos, es el desarrollo organizacional, como área elemental de la cultura institucional.
Alguien expresaba recientemente que la cultura es la mejor forma de hacer las cosas en un lugar, sin embargo, esto mismo, puede fomentar u obstaculizar el éxito de una organización.
Las políticas de ascensos, las políticas salariales, las políticas de capacitación, los incentivos, el plan de carrera, etc. Todos los temas imaginados, relacionados al día a día dentro de la empresa, están relacionados con la cultura institucional.
La cultura permite que sus miembros lleguen a comprender de manera común cuál es la conducta apropiada. Son las reglas y lineamientos que indican a los miembros cómo participar, qué hacer y qué no hacer, es decir, que son las reglas de juego.
Es el conjunto de valores, creencias y entendimientos importantes que los integrantes de una organización tienen en común. La cultura ofrece formas definidas de pensamiento, sentimiento y reacción que guían la toma de decisiones y otras actividades de los participantes en la organización. El estudio del mismo nos lleva a comprender porqué este elemento o característica de las empresas, reviste una gran importancia, positivo o negativo, repercute grandemente en la implementación de proyectos tendientes a lograr la eficiencia y eficacia de dichas organizaciones a través de la gestión directiva. La cultura empresarial representa un pilar que sostiene la forma y maneras en que se desempeñan las actividades, ésta tiene gran fortaleza ya que su nacimiento se va formando gradualmente a través del transcurso del tiempo.
El desarrollo organizacional resulta ser un enfoque y una herramienta administrativa para saber cómo proyectar un incremento en la productividad, como reducir el ausentismo, como reducir los costos, como gerenciar las modificaciones en los elementos de las organizaciones, derivados estos de la influencia de fuerzas internas o externas, que obligan a los directivos a estar en una constante actitud de mejoramiento continuo, ya que en ello recae la supervivencia de las organizaciones.
La existencia de la cultura no limita la existencia de subculturas, pero todas ellas enmarcadas dentro de la misma cultura, la cual se ve reflejada en los valores que promulga, es decir, cuando se hable de cultura institucional, tenemos que pensar automáticamente en valores. Cultura es sinónimo de valores.