Bruselas.- La Fiscalía bruselense anunció hoy, jueves, que ha desarticulado una red de traficantes de mujeres dominicanas que contrajeron matrimonios ficticios con hombres belgas para asegurarse un permiso de residencia permanente.

«Más de 200 mujeres consiguieron establecerse de esta manera en Bélgica y la mayoría de ellas acabaron trabajando de prostitutas», explicó el portavoz de la Fiscalía de Bruselas, Jos Colpain.

La investigación judicial comenzó en 1998 después de que la Policía belga interceptara, en un control de tráfico, a varias dominicanas indocumentadas que se prostituían en un bar.

La Fiscalía descubrió que la figura clave era Florida Martínez, quien hizo de agente matrimonial entre los hombres belgas y las mujeres dominicanas.

Las dominicanas entraron en Bélgica con un visado de turista y al vencer ese documento se sumergieron en la clandestinidad.

Las mujeres convencieron a los belgas que conocieron en los bares donde trabajaban de que eran «los hombres de su vida» y enseguida viajaron a Santo Domingo para casarse, según la fuente.

Florida Martínez prometió a los hombres una suma entre 4.000 y 5.000 euros, dinero que nunca recibieron, y les acompañó a la capital dominicana, donde fueron celebrados rápidamente los matrimonios.

Las nuevas esposas abandonaron a sus maridos y regresaron a Bélgica, donde muchas de ellas seguían trabajando en la prostitución para pagar sus deudas con Martínez.

Según Colpain, los datos del Servicio belga de Extranjería demuestran que de las 444 dominicanas que se establecieron en los últimos diez años en Bélgica, 188 lograron un permiso de residencia permanente gracias a un matrimonio con un belga.

De esos 188 matrimonios, siete de cada diez terminaron con un divorcio y 99 de esas mujeres entraron en la prostitución.

Martínez y otras cuatro personas fueron detenidas a finales del pasado mes de diciembre bajo sospecha de tráfico de seres humanos, blanqueo de dinero, explotación de una red de prostitutas y formación de banda.