Prevenir.   Aunque su contenido en azúcar y grasas les hace tener mala fama, la incorporación de harina integral, fibra y otros nutrientes en su elaboración ha revalorizado este alimento, cuyo consumo es recomendado por los expertos en nutrición para formar parte de la primera comida del día.

Con fibra, más nutritivas. Recientes investigaciones demuestran que el consumo regular de cereales integrales puede reducir el riesgo de sufrir trastornos cardíacos y algunos tipos de cáncer hasta en un 30%. Y es que entre sus nutrientes se encuentran la vitamina E, el complejo B, minerales como el selenio, zinc, cobre, magnesio, hierro y fósforo, además de proteínas e hidratos de carbono complejos. Nutrientes y propiedades que se incorporan a las galletas integrales.

En su justa medida.  Aunque  la fibra aportada por estas galletas es la adecuada, cantidades excesivas de ésta (si procede de cereales integrales crudos) reducen la absorción y utilización por parte del organismo de minerales como el calcio y el zinc.

Así le benefician. Rápida disponibilidad de energía, efecto saciante, regularizan el tránsito intestinal, ayudan a controlar el colesterol, protegen frente a enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer y, además, reducen el riesgo de diabetes II.