La gastronomía francesa es reconocida mundialmente por su variedad y exquisito gusto. Los desayunos franceses se caracterizan por su sencillez y gran sabor. El pan, la mermelada, la mantequilla y las bebidas calientes son los componentes principales del típico desayuno francés.
El desayuno típico del francés medio es el “pain et confiture” que incluye: baguettes abiertas por la mitad untadas en mermelada y mantequilla y suele acompañarse de bebidas calientes como café con leche o café solo, pero también chocolate o té y ocasionalmente precedido de zumos o piezas de fruta.
Si bien el desayuno típico francés es muy sencillo de por sí, pan tostado “tartines” con mermelada; sin embargo, algunos platillos franceses son servidos como desayuno en algún momento como por ejemplo: las crepas rellenas, los croque-monsieur (sándwiches horneados de queso gruyère y jamón), o croque-madame y con un huevo estrellado). Pan francés con frutos rojos frescos y crema. Los omelettes también son muy apreciados y los rellenos pueden ser tan gourmet como quieras; puntas de espárragos, salmón ahumado, corazones de alcachofa…