Los estudiantes de escuelas públicas se quedarán sin desayuno por el resto del año escolar. Ellos tendrán que pagar la incompetencia que han demostrado las autoridades para tener un control aceptable sobre la calidad de estos alimentos. Las frecuentes intoxicaciones masivas causadas por el desayuno revelan incompetencia para manejar el asunto.
El Ministerio de Educación parece no contar con la logística necesaria para controlar la calidad de los alimentos que sirven varias empresas privadas. Es más, a propósito de casos de intoxicaciones, el Ministerio ha dado explicaciones un tanto difíciles de digerir. El enfoque tangencial del asunto hace pensar en que se evita chocar con los intereses de quienes producen, procesan o manejan estos alimentos. Al final de las indagaciones, nadie carga con responsabilidades específicas.
Definitivamente hay que buscar una solución para este problema. En lo inmediato, los perjudicados serán, nuevamente, los estudiantes que se quedarán sin desayuno por el resto del año lectivo. Ya antes, muchos de ellos han sido perjudicados en su salud. A falta de control sobre la calidad del desayuno, la suspensión del mismo parece juiciosa. Quizás sea prudente liberar a Educación de estas responsabilidades, que le ocupan tiempo, personal y otros recursos.
Costo de internet y brecha digital
Internet es una de las herramientas más poderosas y útiles en materia de comunicaciones. Sería el recurso ideal para quebrar la brecha digital, si es que en el país se pretende realmente lograrlo. Pero los costos de este servicio contradicen toda la prédica. Una parte de esos costos tiene origen fiscal, por los altos impuestos que se le aplican. La otra parte corresponde a la rentabilidad, también muy alta, de los proveedores que, dicho sea de paso, no siempre dan la calidad que ofrecen a los usuarios en términos de ancho de banda y velocidad de transmisión.
Hay que predicar fuertemente contra la alta penalización fiscal aplicada a internet. Facilitar el acceso y uso de esta herramienta, socializarla, puede ser una de las maneras más efectivas de multiplicar conocimiento, que es el principal insumo del progreso en todos los órdenes. Es razonable que se pretenda para internet una tasa cero de impuestos y una baja del costo del servicio.