BAITOA. SANTIAGO. El desbordamiento  del río Yaque del Norte, producto de las intensas lluvias que se han registrado en  todo el Cibao en los últimos días, mantiene interrumpida  la comunicación vial entre este distrito municipal y Sabana Iglesia.

Según los residentes en estas localidades, cada vez se hace más necesaria la construcción del puente que une ambas comunidades, porque cuando llueve no hay forma de transitar.

Dos pequeñas escaleras de madera son la única opción que tienen los transeúntes, quienes suben hasta una parte del armazón del puente, que comenzó a ser construido hace 20 años, tiempo en que no ha recibido la atención de las autoridades.

José Gómez, residente en Sabana Iglesia, denunció las precarias situaciones que tienen que vivir las personas para poder trasladarse de una localidad a otra, especialmente los estudiantes, quienes en ocasiones, no pueden asistir a clases.

“Ya aquí es sumamente necesario la construcción de este puente, y me voy más lejos, creo que es urgente, porque ya nos cansamos de tener que dar la vuelta por Tavera, si  queremos pasar a Baitoa”, expresó Gómez.

El ciudadano también denunció que las autoridades que tienen a cargo el control del embalse Tavera-Bao abren las compuertas  sin avisar a la población, lo que provoca molestias en las personas que no pueden trasladarse a tiempo a sus casas antes de que el caudal del río crezca.

“Por un lado crece el arroyo Baitoa, por otro lado abren las compuertas de la presa sin avisar. Eso es muy peligroso porque a pesar de que no está el puente, por aquí circula mucha gente, y ya te imaginas la tragedia que se produciría cuando esa agua del río viene de repente”, indicó Gómez.

Las comunidades más afectadas por la falta del puente son La Presa, El Callejón, El Corral, La Lima, Los Sánchez, Boca de los dos  Ríos, La Galeta, La Joya y La Lomita, pertenecientes a Baitoa y Sabana Iglesia. 

Zoom

La basura

Uno de los grandes problemas que se han revelado con estas inundaciones ha sido la gran cantidad de basura que han arrastrado las aguas, lo que, según residentes en la zona, constituyen focos de infección.

Dijeron que enfermedades como el cólera podrían y otras de origen hídrico podrían incrementarse debido a esa situación.