Unas 15 familias afectadas por el desbordamiento de la cañada de Guajimiía, en Herrera, Santo Domingo Oeste, no han sido auxiliadas por las autoridades, a pesar de que perdieron todas sus pertenencias.
Ayer persistía el peligro de que esa fuente volviera a desbordarse por las lluvias, ya que se encontraba repleta de residuos sólidos.
Los afectados por la crecida sacaban colchones y otras piezas de vestir al sol, y trataban de sacar lodo y basura de sus hogares, mientras esperaban el auxilio de las autoridades, que hasta al mediodía no habían dado la cara.
Altagracia Reyes, una de las afectadas por la reciente inundación de Guajimía, informó que todos los enseres del hogar se dañaron, en tanto que estaban a la expectativa de nuevos desbordamientos ya que las amenazas de lluvias continuaban.
Exigió de las autoridades del cabildo, de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) y otras, que vayan en auxilio con brigadas y equipos para retirar toneladas de basura atascadas en la cañada y que se constituyen en peligro.
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Reyes deploró el estado de insalubridad en que se desenvuelven, ya que cuando la cañada sube arrastra las aguas residuales de cientos de sanitario, convirtiéndose en un foco letal para niños y ancianos.
Considera que las autoridades deben actuar, ya que el presidente Luis Abinader cumplió su cometido cuando el pasado 23 de febrero inició los trabajos de saneamiento de la cañada, en la comunidad de Engombe.
Otras de las afectadas por el desbordamiento son Jeannine Pettit Frere, Ejnel Esoiegod y Alidia Lebrón, quienes perdieron sus documentos que tenían guardados en sus casas.
Jeannine Pettit Frere fue la señora que fue rescatada junto a su nieto el pasado sábado cuando fueron arrastrados por las aguas de Guajimía.
Mostró golpes y hematomas que recibió cuando era arrastrada, pero aún ayer no había recibido la asistencia de las autoridades.