SUCRE, Bolivia (AP) — El presidente Evo Morales rechazó ayer versiones propaladas aparentemente por opositores de que preparaba un “autogolpe” y utilizó las tres horas y 40 minutos de su mensaje anual a la nación para destacar los logros económicos de su gestión, que atribuyó en buena medida a la nacionalización de los hidrocarburos.

  “Cómo podría haber un autogolpe (…), qué golpe, qué dictadura”, dijo Morales en tono airado al inicio de su discurso en alusión a versiones que circularon principalmente en internet.

  En su discurso en la Casa de la Libertad, donde se fundó Bolivia, Morales sólo mencionó que un “dirigente opositor”, al que no identificó, dijo que el mandatario iría a Sucre para dar un autogolpe. Esta ciudad, la antigua capital de Bolivia, se encuentra al sur del país. 

Después de la alocución, Morales desistió de asistir al desfile cívico por los 182 años de la independencia nacional, que ya se había iniciado en su ausencia, y partió desde la Casa de la Libertad en medio de abucheos de pobladores que se agolparon a las puertas de ese edificio, ubicado en la plaza de armas de Sucre.

 “Fuera, fuera” gritaron algunos de los espectadores a Morales y al vicepresidente Alvaro García que abandonaron rápidamente el lugar en un vehículo.

Antes del discurso, la policía detuvo a un manifestante por insultar a García cuando se encaminaba a la Casa de la Libertad.

 Según conjeturas periodísticas, la molestia obedece al rechazo de Morales a que la Asamblea Constituyente, que tiene su sede en Sucre, trate el pedido de algunas instituciones locales para que el Ejecutivo y el Legislativo retornen a esta ciudad.

Ambos poderes se mudaron a La Paz en 1899, tras una guerra interna de baja intensidad.  Las versiones sobre un eventual autogolpe tuvieron especial repercusión en Santa Cruz. Opositores políticos, dirigentes cívicos y empresariales de ese departamento del oriente mantienen una abierta confrontación con Morales, a quien acusan de privilegiar, por razones ideológicas e incluso étnicas, a los pueblos indígenas del occidente del país.

 Califican también como una “provocación” la decisión de Morales de realizar allí el martes un desfile de al menos 8.000 militares e indígenas, especialmente del occidente, por el aniversario de las fuerzas armadas.  Entre sus logros, Morales dijo que la nacionalización de los hidrocarburos permitirá que el estado reciba este año cerca de 2.000 millones de dólares, frente a 1.600 millones de dólares obtenidos en 2006. 

También indicó que se triplicaron las exportaciones desde 2005, hasta 4.000 millones de dólares; y señaló que el crecimiento económico, de menos del 5% el año pasado, hizo que ingresara una gran cantidad de dinero a la economía, lo que habría provocado un brote inflacionario.  Morales, antes de tomar la palabra, cantó el himno nacional con el puño izquierdo en alto y la mano derecha sobre el corazón, pese a las críticas de la oposición que recibió cuando la semana pasada pidió a miles de campesinos que entonaran así las notas patrias. 

Las fuerzas armadas y la policía aclararon que no cantarán así el himno porque esa modalidad tiene connotaciones socialistas, y que esas instituciones deben quedar al margen de la política. En su discurso de tres horas y media pronunciado en Sucre por el 182 aniversario de la fundación de su país, Morales eludió tratar el tema de la Asamblea. Sin embargo, a su llegada este domingo a Sucre, el mandatario dijo que “la Constituyente es para unir a los bolivianos; para que no hayan discriminados ni discriminadores, explotadores ni explotados. “Siento que (la Asamblea) es para acabar con los llamados collas (los nacidos en el occidente del país) y cambas (del oriente); aquí todos somos bolivianos, afirmó Morales.