POR GERMAN MARTE
El director de Migración, Carlos Amarante Baret, negó ayer que durante las repatriaciones de haitianos se violen sus derechos y afirmó que las denuncias en ese sentido son parte de una campaña en contra del país.

El funcionario dijo que siempre las repatriaciones van a concitar el rechazo de sectores que defienden a los inmigrantes «y de grupos que están muy bien organizados aquí y fuera del país, para poner a la República Dominicana entre la espada y la pared en términos de lo que es el ejercicio de su derecho de soberanía».

Amarante Baret manifestó que en el país nunca se ha dejado de repatriar haitianos, pero no se violan los derechos de nadie, y se tratan con dignidad, «lo que sucede es que aunque (a los repatriados») tú los monte en un Mercedes Benz y los lleve a la frontera, siempre eso va a representar un drama, porque son gente que han venido aquí a ganarse la vida, como van los dominicanos a otra parte, porque es que le salen huyendo a las terribles condiciones materiales en que se desenvuelven en su país».

Migración tuvo que soportar una andanada de acusaciones de grupos locales e internacionales por supuestos abusos contra los deportados, expresó el funcionario al ser entrevistado por Huchi Lora en el programa El Día por el Telesistema Canal 11.

Sin embargo, aseveró que pese a las denuncias, a los ilegales se les permitió recoger a sus familias antes de ser llevados a la frontera, y mientras esperan para ser llevados a la frontera se les proporciona alimento.

Tras definirse como un hombre con gran sensibilidad humana y social, Amarante Baret advirtió que darle la espalda al problema podría contribuir a que grupos conservadores puedan estimular algún sentimiento xenofóbico.

Y en este sentido afirmó que como director de Migración ha recibido comunicaciones de juntas de vecinos pidiendo que las autoridades actúen, porque si no van a actuar ellos.

Sobre los incidentes de Hatillo Palma, donde una turba de dominicanos mató a dos haitianos, luego de otros nacionales haitianos asesinara a una comerciante dominicana e hirieran a su esposo para robarle, Amarante Baret dijo que se trató de «una venganza».

«Esa es una reacción familiar. No es que la comunidad de Hatillo Palma haya salido a cazar haitianos, son familiares de las personas que fueron muertas los que actuaron en consecuencia», dijo el funcionario.

Manifestó que Migración ha sido víctima de una campaña de descrédito muy grande, no obstante dijo que las puertas de su despacho están abiertas a cualquier denuncia que se les hagan, y se quejó de que instituciones como el Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM) y Sonia Pierre del Movimiento de Mujeres Dominico- Haitiana (MUDHA) lo mismo que organismos internacionales hagan denuncias públicas pero no se acercan a sus oficinas, las que dijo siempre están abiertas.

Sin embargo, el padre José Núñez, coordinador del SJRM, dijo al ser consultado por HOY que le han solicitado por escrito y por teléfono una audiencia a Amarante Baret, pero este nunca les ha respondido. Al anterior encargado también les solicitaron una audiencia por escrito para tratar el tema de las deportaciones, pero tampoco este los recibió.

El religioso dijo que Amarante Baret también dejó esperando al padre Regino que tenía una cita con Migración, y vino desde la frontera, pero no lo recibieron.

El director de Migración señaló que la inmigración extranjera representa un problema debido a que los empresarios no respetan la disposición que establece que en una empresa no puede haber más del 20% de trabajadores extranjeros.

Afirmó que no son sólo los empresarios agrícolas que violan las leyes al emplear haitianos para las labores en el campo y la construcción, «está el problema de la mano de obra europea en los hoteles del país que violan el 80-20».

Amarante Baret sostuvo que en el país hay muchos europeos residiendo de manera ilegal, pero advirtió que estos extranjeros serán llamados por Migración porque «o se regularizan o se van».