La reunificación del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) no es posible antes de las elecciones del próximo 16 de mayo, coincidieron ayer el politólogo Pedro Catrain y el sociólogo César Pérez.

Expresaron, además, que la imposición del presidente Hipólito Mejía como candidato presidencial perredeísta, ha impedido la unidad de esa organización política fundada en La Habana, Cuba, en 1939.

Señalaron que Mejía es el candidato presidencial del Proyecto Presidencial Hipólito (PPH) y no del PRD, como se ha querido vender.

«Hemos visto fisuras muy profundas, desgarramientos, incluso, podría existir la amenaza de una división en el PRD. Hemos visto como la voluntad política avasalladora de la reelección y del grupo PPH, ha aniquilado los otros liderazgos al interior del PRD», dijo Catrain.

De su lado, Pérez, dijo que la unidad del PRD parece que no será posible, porque algunos de los líderes de las tendencias han declarado que no participarán en la campaña reeleccionista de Mejía.

«No se vislumbra ninguna posibilidad de unidad, por lo cual se vislumbra lo que dicen las encuestas: una derrota aplastante del PRD», añadió.

Pérez dijo que Enmanuel Esquea Guerrero y la gente de Rafael Suberví Bonilla, han dicho que no participarán en la campaña reeleccionista, mientras que es muy difícil que los seguidores de Milagros se integren.

En cuanto a Hatuey Decamps, jefe de una de las tendencias del PRD, cree que tampoco se incorporará a esa campaña.

Indicó que eso significa que la discusión sobre una eventual y dudosa reunificación perredeísta, estará planteada para después de las elecciones del 16 de mayo.

A su juicio, los liderazgos de Milagros Ortiz Bosch y Suberví Bonilla, pueden ser fuertes en la medida que pertenecen al PRD.

«Como ellos no supieron distanciarse a tiempo de toda esa situación de deterioro y de mala imagen en la población, del PRD, esos liderazgos quedan profundamente afectados», sostuvo.

A su juicio, tan pronto Mejía pierda las elecciones, quedará prácticamente pulverizado su liderazgo y su grupo.

Indicó que el PRD se ha disminuido enormemente, porque la lucha grupal es interpretada por la gente, como una tendencia del PRD a la autodestrucción y a la incapacidad.

Precisó que los grupos del PRD no tienen ninguna posibilidad de agregar hacia afuera y, por tanto, están condenados a ser núcleos internos, sin capacidad y posibilidad de crecer.

Liderazgo de Milagros

El abogado y politólogo Catrain consideró que no es posible la reunificación del PRD y que, incluso, liderazgo tan importante como el de Ortiz Bosch, vicepresidenta de la República, hoy se encuentra totalmente relegado y sin ningún tipo de posibilidad en las próximas elecciones.

Recordó que el presidente Mejía hizo una convención a su manera y que se convirtió en el candidato del PRD.

En lugar de una reunificación del PRD, lo que más parece que podría haber, dijo, es una división de la organización.

«Habría que hablar de otro PRD, el que se conformó a partir de la convención que escogió a Mejía como el candidato único del PPH, el pasado 18 de enero», señaló Catrain.

Añadió que ese PRD ha perdido toda su capacidad histórica, su concepción ideológica y sus principios fundamentales.

Expresó que el PRD está articulado sobre la base de un esquema clientelista y personalista en torno a la figura del Presidente de la República, que se cohesiona a través de la lealtad.

Los que tienen lealtad hacia el Presidente, agregó, son aquellos con méritos en ese sistema clientelista y de prebendas que caracteriza al PRD.