WASHINGTON, EFE.- Un equipo internacional de científicos ha descifrado el genoma del parásito de la tricomoniasis vaginal en un descubrimiento que permitirá mejorar el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, revela un estudio publicado por la revista «Science».

El informe señala que un equipo encabezado por la doctora Jane Carlton, profesora del Departamento de Parasitología Médica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York (EEUU), tardó cuatro años en descifrar el genoma del parásito unicelular.

«Se trata de un microorganismo terrible», manifestó Carlton. El genoma tiene alrededor de 26.000 genes confirmados y podría haber otros 34.000, lo que convierte al parásito en uno de los microorganismos con mayor cantidad de genes, señaló el informe.

«El genoma es mucho, mucho más grande que lo que esperábamos, unas diez veces más grande», indicó Carlton.

El parásito se aferra a las paredes vaginales y se proyecta en redes por todo el tejido. También segrega proteínas que destruye las paredes del epitelio.

Las mujeres infectadas con el parásito sufren picor vaginal, descargas involuntarias así como dolores durante la evacuación urinaria o las relaciones sexuales.

Según el informe, la tricomoniasis también aumenta la susceptibilidad a la infección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida.

En los hombres, los síntomas de la tricomoniasis son más suaves y se manifiestan como ardor o en infecciones como la uretritis y la prostatitis.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad es un problema de salud en todo el planeta y afecta a unos 170 millones de personas.

Esas cifras hacen que sea «asombroso que la enfermedad no reciba la atención que se merece», señaló Carlton.

Según los científicos, el genoma tiene genes y proteínas que no se encuentran en los seres humanos, lo que constituye una información valiosa para el desarrollo de nuevos medicamentos.

Por otra parte, una de sus enzimas, la peptidasa, es similar a la del VIH y ya existen medicinas antirretrovirales que podrían utilizarse para combatirlas, indicó Carlton.

El proyecto para descifrar el genoma del «trichonomas vaginalis» se inició en 2002 y en él participaron científicos de diez países, incluyendo los del Departamento de Parasitología Médica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York y del Instituto de Investigaciones Genómicas de Maryland.

La investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales de la Salud, un organismo del gobierno de EEUU.