Descomposición social

Descomposición social

En lo que tiene que ver con los valores éticos, morales y de buenas costumbres la sociedad dominicana va por un rumbo muy mal.

Están a la orden del día e imperando la morbosidad, el sensualismo, lo prosaico, lo bajo, lo insulso, lo malvado, lo violento…

El país parece carecer de carácter. Aquí todo se relaja.

La justicia tiene en sus manos un caso de mucho peso, sin embargo, la atención se desvía por la morbosidad que crea uno de los elementos del juicio que de manera liviana se filtra para que llegue al público. Hoy los culpables son los pregoneros cuando deben ser, también, la misma justicia y quienes pagan ávidamente por la perversidad.

Entre los cinco elementos que condujeron a la caída del Impero Romano, uno de ellos fue, precisamente, su decadencia moral. Lejos de crear políticas sociales sanas, los cesares dieron rienda suelta a todo lo bajo.

Nuestra sociedad y, especialmente, nuestra juventud están siendo constantemente bombardeados con antivalores.

Yo no sé si los padres les prestan algún tipo de atención a los que escuchan ahora los muchachos.

La cuestión no es el estilo en la música sino el mensaje que se transmite.

Los grupos famosos que suenan incitan a la violencia, al sexo a destiempo e irresponsable, a la bebida, al consumo de drogas, al desafío a las autoridades y a no pensar ni remotamente en Dios.

Del vestir, ya ni hablar de esos pantalones en el suelo.

Cuánta falta le hace al país líderes públicos con el carácter de una Zaida Ginebra de Lovatón.

¿Por qué no conformar una comisión de ética y moral, integrada por sacerdotes, pastores y ciudadanos ilustres, para que dirija lo relacionado a esta materia, incluyendo la Dirección General de Espectáculos Públicos y Radiofonía?

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