Mas allá de desconciertos individuales carentes de importancia, hay desconcierto nacional potencializado por decisiones de autoridades y opiniones de instancias sociales.

Las mas delicadas se relacionan con Haití. Después de ser permisivos en construcción del canal separado del Masacre por terruño removible manualmente, adoptarse decisiones perjudiciales para nuestra economía y provocadoras de reacciones haitianas al cerrarle comercio abastecedor de alimentos. No hay fuerza militar, aún dotada de mística y recursos, que enfrente estómagos hambrientos sin confrontaciones sangrientas.

Este desconcierto tiene precedentes.

Cuando deberíamos concentrarnos en eliminar exenciones fiscales conforme clamor popular, recomendaciones de organismos económicos internacionales y planteamiento presidencial; se propician nuevas exoneraciones carentes de sentido social como favorecer yates.

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Mientras sancionan propietarios de empresa causante de explosión en San Cristóbal, omitese irresponsabilidad incurrida por autoridades nacionales y municipales que permitieron instalaciones causantes de peligros públicos en asentamientos humanos; cuando sobre ellas recae la “Responsabilidad Civil” prevista en nuestra constitución sobre funcionarios que provoquen daños a personas por sus decisiones u omisiones (art.148)

La euforia “turismofílica” lleva a descuidos ambientales matando manatíes, y empresas eléctricas dañan playas, mientras autoridades ambientales ponen candado después del robo: sancionan e intentan corregir lo que debieron prever.

Persiste caos ambiental por basuras no recogidas y peor dispuesta mientras autoridades se distraen en ornatos. Seguimos encabezando estadísticas mundiales accidentes de tráfico mortales mientras autoridades se entretienen en cursilerías tecnológicas. Funcionarios anuncian que el Estado dispone de tierras para satisfacer necesidades alimenticias, pero productos importados saturan el mercado.

Ciclovías que no usan ciclistas siguen aumentando taponamiento del tráfico. Recúrrese a cruceristas para abultar estadísticas turísticas. Apagones y tarifas eléctricas, y urbanización de terrenos agrícolas, desmitifican anuncios gubernamentales. Síguese sembrando arbolitos que se secan para reforestar mientras explotaciones agropecuarias deforestan.

Presidente y líder oposición compiten por favor póstumo de Bosch y Peña Gómez que prácticamente nunca gobernaron, ignorando experiencias de quien gobernó-Balaguer-en materia Migratoria, Fiscal, Ambiental y Urbana; cuyas ejecutorias deberían ponderarse, aunque desconcertados se rasguen vestiduras.