Por Leonora Ramírez S.
La comodidad y el orden son las principales características de la Dirección General de Migración, por lo menos en el área destinada al servicio a los usuarios, donde la  ausencia de personal en el cubículo destinado a información no parece afectar a los interesados, ya que éstos parecen conocer los pasos a seguir para renovar residencias y hacer otras tramitaciones.

Las filas fluyen con rapidez en las distintas casillas destinadas a la recepción y entrega de documentos, venta de sellos, entrega de permisos a menores nacionales, pago de residencias, citas, entrega de certificados y carnés de residencia, entre otros requerimientos.

Una colombiana oriunda de Cali, quien pretende vivir varios años en el país pero cuyo nombre no quiso revelar, explicó que las diligencias para conseguir la residencia las inició el 22 de diciembre del 2005 y le pusieron cita para el jueves 19 de enero de este año. «Mi esposo, mi hijo y yo estamos esperando que nos llamen en cualquier momento. Me parece que el proceso se  hace en un tiempo normal, aunque tuvimos contratiempos porque en diciembre nos  informaron que se dañó la máquina de emisión de tarjetas.

«Nosotros hemos hecho las gestiones sin intermediarios, sabemos que hay abogados que ayudan pero te cobran más, pero en general no tengo quejas». En la Dirección de Migración, que es una dependencia de la Secretaría de Interior y Policía, los tributarios, conocidos despectivamente como «buscones», actúan discretamente y parecería que no abundan.

Tampoco están al acecho de los usuarios, porque de acuerdo con uno de ellos, la mayoría trabaja al servicio de abogados que se dedican  a gestionar los documentos para extranjeros.

«Aquí hay dos abogadas que son las matatanas, las que  más clientes tienen. El proceso para conseguir la residencia no es difícil, dura como tres meses, pero si tu te mueves ahí dentro los papeles salen más rápido, pero donde más lucha se coge es en la Dirección Nacional de Control de Drogas porque ahí fuñen mucho con los documentos», expresó el tributario que no se quiso identificar.

Pero en la Dirección de Migración no es solamente una oficina burocrática con gente que va de un lado a otro, hace mil llamadas por sus celulares o cruza más de una vez  a la cafetería cuando el hambre apremia. Es también un corto a color sobre el mestizaje dominicano, sobre las uniones amorosas que tienen la huella de las zonas turísticas del país o de la lejana Europa…

NO ACEPTAN DINERO

Un cartel con la inscripción «Aquí no aceptamos dinero» está instalado en varias paredes de la dependencia oficial.  Una mujer policía tiene a su cargo la vigilancia del área y, en ocasiones, instruye a los interesados sobre las casillas que les corresponden en función de la documentación que requieren.

Junto a la escalera, donde ella tiene su puesto de mando, funciona un botellero que tiene agua disponible…quizás por el frío pocos la toman.

ALGUNAS QUEJAS

Doris Tavarez salió a las 5:30 de la mañana de Sabana Iglesias, Santiago, para comenzar temprano el proceso de renovación de residencia de un amigo al que acompañaba.  A las 11:30  todavía él estaba en la casilla de pago de residencias, y a ella le parecía  una eternidad. Con un acento en el que se confunde el cibaeño con el «spanglish» murmuraba «vea, cuanto tiempo hay que esperar, pero si tomamos el bus de las 3:00 llegaremos temprano».

Estaban Anderson, un tributario que tiene un legajo de pasaportes y certificados de una familia de extranjeros, entiende que si no es mediante la opción VIP la entrega de documentos demora demasiado. Pero lo que más le preocupa es el aumento de   los costos porque esa situación reduce sus márgenes de beneficio.

De acuerdo con las tarifas que aparecen en el sitio electrónico de Migración, las residencias definitivas para adultos incluyen varios pagos: por el depósito de expedientes RD$500, por el pago de carné RD$2,380, por los atrasados calculados por mes de vencimiento RD$240,  por el examen médico RD$3,060, y por la pérdida de carné RD$2,040, y por la renovación de la residencia también RD$2,040.

FACILIDAD A ESPAÑOLES

Los españoles tienen mayores ventajas que los demás inmigrantes en lo concerniente a la tramitación de sus documentos de residencia, ya que mediante la firma de un convenio entre la República Dominicana y España en Migración funciona una Oficina de Asuntos Españoles. Solamente los pagos se efectúan en las áreas normales.