Hoy 
POR UBALDO GUZMAN M.
El asesinato el pasado viernes de la universitaria Vanessa Ramírez Faña, de 18 años, para arrebatarle un teléfono celular es el último eslabón de una cadena de crímenes ocurridos en Santiago. La mayoría de las víctimas han sido jóvenes.
Ya fueron apresados los implicados en el crimen: Amaury Germán Tavárez Peralta, de 22 años; Angelo Iván Ventura Herrera, de 19; José Armando de la Rosa Díaz, de 25, y Ricardo Alejandro Reyes Martínez.
La criminalidad en Santiago se ha atribuido al auge del narcotráfico. Entre los que piensan así figuran el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, y abogado Ramón Antonio Veras.
De acuerdo con las estadísticas, Santiago ocupa el tercer lugar en criminalidad en el país detrás de la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional.
La muerte de la joven Ramírez Faña ha desencadenado el surgimiento de un movimiento que reclama al gobierno tomar medidas para enfrentar la criminalidad y delincuencia en Santiago.
El pasado domingo, dos jóvenes murieron durante un enfrentamiento entre supuestas bandas rivales de narcotraficantes, que se disputaban puntos de drogas en el sector El Acueducto de Navarrete, Santiago. Los muertos fueron Luis Tavares Soto, de 21 años, y Rayne Radhamés Santos Valerio, de 19.
El joven Iván Peralta Castillo, de 31 años, fue ultimado el 13 de marzo de este año de cuatro balazos. Se acusó a un supuesto narco de su muerte.
El 23 de enero del 2004 fue asesinada la señora Altagracia Montán Gómez (Pula) en su residencia de la calle Salvador Cucurulo, próximo a Baracoa. Le propinaron cuatro estocadas con un punzón y le amordazaron la boca con una bata suya.
El obrero Luciano Rafael García Santos, acusado del crimen, se suicidó cuando se encontraba en el Departamento de Homicidios de Santiago el 8 de febrero de ese año.
Desconocidos mataron el 21 de diciembre del 2004 a Valquiria del Carmen Núñez, de 20 años, de varios balazos, mientras caminaba en compañía de su novio en el sector de Las Colinas. Le dispararon desde un vehículo en marcha.
El 9 de noviembre de ese año fue asesinado Roberto Díaz Rodríguez, de 30 años, de 26 balazos en el sector Yaguita del Pastor por varios encapuchados. Díaz Rodríguez era miembro del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI). Los atacantes viajaban en una camioneta de doble cabina.
El taxista José Espinal fue ultimado el 28 de junio del 2004 por tres desconocidos en la urbanización Los Robles durante un asalto. Le dieron más de 20 cuchilladas.
Durante el 2004, una crónica señalaba que Santiago se había convertido en la meca del crimen, con ejecuciones, incluyendo un agente de la Policía, a quien se le interrogó sobre el atentado a tiros contra el comentarista Euri Cabral.
En Santiago también desconocidos que portaban una Uzi y otras armas de alto calibre dispararon contra la residencia paterna del diputado peledeísta Julio César Peña Valentín, quien se opuso a los indultos de reclusos vinculados al narcotráfico.
En febrero del 2005, Marleni Rodríguez, enfermera y estudiante de comunicación social, fue asesinada por desconocidos mientras se dirigía a su residencia en su vivienda de Gurabo. Tenía 20 años.
El comerciante detallista Pedro Antonio Rodríguez Ureña murió el 26 de mayo del 2005, luego que resultó herido cuando salió en defensa de un casacambista atracado y ultimado a tiros por cuatro desconocidos en el sector Los Reyes.
En quince meses, según una crónica del mayo del 2005, asesinaron 18 taxistas en Santiago, además de dos choferes del concho.
El 3 de junio del 2005, Geuri Antonio Ramírez Aracena, de 20 años, fue ultimado de varios balazos en el sector La Tayota, del barrio Bella Vista por un tal Niño, luego de una discusión por un punto de drogas.
En noviembre del año pasado, Marianni Raquel Paulino, de 19 años, fue asesinada de varios balazos, cuando ella y su novio salieron en defensa de un motoconchista que era atracado.
Desconocidos mataron el 18 de noviembre del 2004 a tiros a un hombre vinculado a bandas de narcotráfico. Se trata de Ricardo Oscar Jiménez Cabreja, de 40 años.
