Describen labor de pediatría en hospital Darío Contreras

Describen labor de pediatría en hospital Darío Contreras

POR ALTAGRACIA ORTIZ G.
La Unidad de Pediatría que dirige el doctor Máximo Periche en el hospital de Traumatología doctor Darío Contreras, intenta ser un oasis en medio de la turbulencia de un sistema de salud que sucumbe.

Enclavado en el mismo centro de un hospital ortopédico que reclama mayor atención por parte de las autoridades, los especialistas que laboran para el área de Pediatría intentan dar un poco más de sí mismos, aún cuando saben y no se atreven a reafirmar que allí existe además, un sistema de complicidades y silencios.

Sin embargo,  la unidad de Pediatría funciona como un área independiente del hospital, en la cual sus equipos trabajan con garantía y técnicos que los repare. El trabajo se lo deben la labor de un voluntariado dirigido por la hermana Bernardina, un personaje amado y odiado al mismo tiempo en el centro de salud.

Periodistas de HOY se acercaron a esa unidad con la información de que allí las cosas funcionan, pero que tienen una especie de gestión independiente a la del hospital.

También se había informado que allí se cobra hasta de forma compulsiva a los pacientes pobres, pero la versión es desmentida por los doctores Máximo Periche y Elizabet Vidal, quienes se confiesan enamorados de una obra que busca ser autogestionaria.

La unidad de Pediatría cuenta con cuatro médicos ortopedas y un pediatra. Tiene 60 camas y nunca ha necesitado hacer operativos quirúrgicos, porque sus médicos trabajan con horario y pasan visita a sus pacientes con regularidad.

Hace unos días se hizo una auditoría que dio como resultado excelente manejo de los recursos activos y pasivos, pero sus directivos están pidiendo el nombramiento de un contador y un auditor, porque los médicos no pueden hacer labores de cobradores y contadores.

PUNTOS CRÍTICOS

Que la Unidad de Pediatría de un hospital del Estado tenga una cuenta independiente a la del centro de salud al que pertenece es un aspecto que critican diversos médicos en el hospital. Señalan que no puede haber islas independientes dentro de una misma institución.

Tampoco es entendible que el poder de una religiosa sobrepase la de la propia dirección del hospital, pero dentro de la institución, numerosas personas valoran el papel de defensa a los pacientes que se ha  forjado la hermana Bernardina Vásquez.

Algunos que no tienen pensamientos ni filosofía religiosa admiran de esa mujer afiliada a las Hermanas Hospitalarias, su tesón y su amor por los enfermos, pero aseguran que es excesiva en el uso del poder.

En una ocasión, sor Bernardina Vásquez fue administradora de ese hospital, en ese tiempo dejó un superávit tan grande que se compró un camión para uso del centro de salud.

Sin embargo, la unidad de Pediatría no está desconectada del todo del hospital, porque usa todos los medicamentos generales que surte el Programa de Medicamentos Esenciales (PROMESE).

Los niños que necesitan una cirugía electiva pagan de RD$500 a RD$1,000; también usan los fármacos de una farmacia especializada. Esos medicamentos deben ser comprados, pero se garantiza calidad y presencia.

Los doctores Periche y Vidal conversaron ampliamente de las bondades de la Unidad, se consideran parte del hospital, pero se refirieron además a una experiencia importante de autogestión.

Los que pueden subvencionan a los que no tienen nada, allí no se cobra por todo, pero se intenta recuperar algo de dinero para comprar material de calidad, insisten los médicos.

La Unidad de Pediatría del hospital tiene incluso una cuenta independiente. Hace poco todos los activos y pasivos fueron auditados, tiene un valor de 1.5 millón de pesos.

Tiene equipos de primera línea, insisten los médicos, sus equipos son los únicos que funcionan, porque tienen crédito y técnicos pagados para que manejen la tecnología.

El único rayos x portátil que sirve lo tiene la Unidad de Pediatría, llegan incluso a prestarle sus equipos a las salas de adulto del Darío Contreras.

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