Este artículo me fue inspirado por un titular de primera plana hoy (20/10/11) del periódico Hoy: Reglamento migración servirá para proteger al país. Recordemos que la Ley General de Migración tiene ya unos siete años de vigencia. Si este Reglamento nos protegerá es fácilmente interpretable que su larga e inexplicable ausencia nos desprotegía. ¿Alguna duda?

¡En general, mientras más ensalse Ud. algo maravilloso que hace ahora pero que debió hacerlo hace mucho, más resaltable es su pecado de omisión o indiferencia. En vez de bombos por lo hecho, debiera Ud. hablar chino para justificarse. No nos extrañemos de casos así a menudo generan más suspicacias que felicitaciones. ¿Por qué ahora y no mucho antes? Quizás en lo meramente social y familiar quepa el dicho más vale tarde que nunca, pero en lo político sería un atraso conformista.

Veamos otro ejemplo mundano: una hija se enferma y queda casi paralítica. Su padre, que vive en la misma ciudad, viene a visitarla ¡once meses después! ¿Merece felicitación o los familiares aprovecharán, primero, para enrostrarle su ausencia y falta de amor?

Posiblemente muchos no compartirán mi siguiente reacción: me indigna, me estruja el corazón, el tremendo despliegue publicitario cuando, por ejemplo, se inaugura una escuelita. Lo que más desnuda esa inauguración (posiblemente el gasto publicitario supera el costo) es la maldita indiferencia para no haber construido ¡ya! miles y miles de escuelitas similares, que se harían todas con tan solo dejar de hacer una de tantas magnas obras, o frenando la corrupción, o suprimiendo botellas, barrilitos, nominillas, o eliminando tantos altos funcionarios inorgánicos (ministros, vices, cónsules, etc). Bastaría con una sola de esas medidas para poblar el territorio nacional con escuelas y escuelitas para nuestros barrios pobres.

¿Otros ejemplos? El país sufre problemas o insuficiencias de energía, agua, caminos vecinales asfaltados, calles y aceras transitables, nos acogotan el hambre y el desempleo, las drogas, la criminalidad, la inseguridad y un montón de etc. Pues bien ¿De qué se jactan nuestras autoridades? Lee los diarios y escucha las noticias y tendrás la respuesta. Pero eso sí: mientras más destacan y prometen es porque lo que hay detrás, sin resolver, es cien veces más.

¿Te recuerdas del dicho dime de que te jactas y te diré de qué careces? Pues es eso mismo de lo que estamos hablando: Dime de que se jacta el Gobierno, superpromocionándolo y podrás detectar tú mismo en qué está superfallando. Si todos nos aprendiéramos bien ese mensaje posiblemente los gobernantes verían inútil gastar tantos recursos en promoción chatarra. ¡Con el riesgo de ser desnudado en sus fallos!

Pero me extraña el trato a la corrupción: Dentro y fuera del país nadie duda que es inmensa, descarada e impune pero a nadie le interesa conseguir, destacar y castigar aunque sea un acto ejemplarizador. ¿Por qué será?