Pocas personas saben realmente qué es lo que les gusta hacer y para qué son buenos”. Eso escuché en una entrevista radial que le realizaban a una autora de libros en días pasados. Y me dio mucho que pensar, porque aunque cueste difícil creerlo, la realidad es que para muchos, definir sus gustos y pasiones es uno de los pasos más complejos.
Yo pienso que en algún momento de nuestras vidas hemos tenido ese sentimiento en el que sabemos que te gustan muchas cosas pero realmente no sabes cuál de todas esas te apasiona. Y entiendo que hasta cierto punto, es algo que podría ser normal. Pero debemos reconocer que uno de los factores por los que las personas no triunfan en la vida, es porque no tienen claro hacia donde quieren dirigirse. Todo el mundo posee una serie de habilidades y destrezas importantes que lo destaca en el campo profesional, muchas de ellas son innatas y otras comienzan a desarrollarse durante la infancia y van perfeccionándose en el transcurso de la vida.
Por lo cual, es importante que teniendo en cuenta de que todos somos diferentes, podamos identificar en función de nuestras características personales, qué se nos da mejor o peor en un tipo de estudios y un tipo de profesiones; recordando que muchas de estas características no son estáticas ni inamovibles y en algunos casos, se pueden trabajar para mejorarlas.
Esas habilidades, son las aptitudes, talento o capacidades que ostenta una persona para llevar a cabo determinada actividad, el descubrir y potenciar dichas habilidades es el primer paso para saber qué es lo que nos gusta o aquello que no nos cueste hacer, identificando dichas cualidades tanto intelectuales, interpersonales, organizacionales, operacionales y lingüísticas. Por eso la clave está en identificar nuestros talentos y compartirlos, poniéndole pasión y empeño en el desarrollo de esos talentos que muchas veces ni conocemos. Imagínate que hagas lo que te gusta, te apasiones y aparte de todo eso, que te paguen por esa actividad que tu desarrollas de forma natural, desde mi punto de vista es el “Trabajo Perfecto“, porque simplemente haces las cosas que sabes hacer y lo mejor es que te salen muy bien, teniendo buenos resultados.
Una buena forma de descubrir si se es bueno o no en algo, es llevar los intereses a la práctica. No importa si un día nos interesa la música y otro día la medicina, lo ideal es diversificarse hasta encontrar lo que nos apasiona. Pero siempre recordando que los rasgos de personalidad influyen en las habilidades que desarrollamos a lo largo del tiempo y por tanto, en las actividades en las que podemos destacar. Así que es necesario comparar el perfil de alguna actividad con nuestra forma de pensar, actuar y sentir, para saber si podremos realizarlas.
Si ya descubriste tus talentos, aprovéchalos y compártelos, porque para eso venimos a este mundo. Y si aún no estás seguro de haberlos descubiertos, solicita la ayuda de un orientador vocacional, quien probablemente utilice tests especiales para encontrar tus talentos e intereses.Encontrar tus talentos te permitirá elegir a conciencia tu oficio o profesión, lo que a la larga llevará gran satisfacción a tu vida.