Descubren conspiración aeropuerto Nueva York

Descubren conspiración aeropuerto Nueva York

Washington, 2 jun (EFE).- Las autoridades estadounidenses acusaron hoy a tres ciudadanos de Guayana y uno de Trinidad y Tobago de conspiración para atentar contra la red de conductos de gasolina que abastece a los aviones del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.

Tres de los acusados (dos guayaneses, uno de los cuales también tiene ciudadanía de EE.UU. y un trinitario) fueron detenidos y se busca a otro ciudadano de Guayana «que podría haber huido en Trinidad y Tobago», dijo Mark Mershon, de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).    Los arrestados son tres guyaneses.

Tres de los acusados (dos guayaneses, uno de los cuales también tiene ciudadanía de EE.UU. y un trinitario) fueron detenidos y se busca a otro ciudadano de Guayana «que podría haber huido en Trinidad y Tobago», dijo Mark Mershon, de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

Los arrestados son Rusell Defreitas, ex trabajador del aeropuerto, nacido en Guayana y con ciudadanía estadounidense, que fue detenido en el barrio neoyorquino de Brooklyn; el ex alcalde y antiguo parlamentario guayanés Abdul Kadir, y Kareem Ibrahim, ciudadano de Trinidad y Tobago.

 Kadir e Ibrahim se encuentran bajo custodia en Trinidad y Tobago, explicó Mershon en una conferencia de prensa en Nueva York, y señaló que la cuarta persona acusada es Abdel Nur, también natural de Guayana, que está fugitivo.

Abdul Kadir dejó de ser parlamentario el año pasado. 
Según el funcionario, el grupo formaba una «célula terrorista de extremistas musulmanes muy persistente» que desde enero de 2006 reunía fotografías y vídeos para cometer un atentado, que estaba en su «fase inicial».

La fiscal del distrito Este de Nueva York, Roslynn Mauskopf, indicó que se trata de uno de los «complots más escalofriantes imaginables», pero aclaró que durante el tiempo en que se han llevado a cabo las investigaciones «nunca ha estado en peligro la seguridad aérea ni la de los pasajeros».

   «La destrucción que hubiera causado si se llega a producir, es inimaginable», agregó Mauskopf.

   Jeanie Mamo, una portavoz de la Casa Blanca, indicó que el presidente ha estado en todo momento informado sobre los hechos y agregó que este caso «es un buen ejemplo de la cooperación anti-terrorista internacional».

Bush tiene previsto viajar hacia Europa el próximo lunes para asistir, entre otros, a la reunión del G-8.

Mershon no vinculó a los acusados con la organización terrorista Al Qaeda y dijo que en el FBI creen «que esta amenaza ha sido completamente cortada».

Agregó que Kadir y Nur eran socios de Jamaat Al Muslimeen, quien supuestamente estuvo detrás de un intento de golpe de estado en 1990 en Trinidad y Tobago.

En una conversación mantenida por Defreitas con un informante del FBI, el ex trabajador del aeropuerto aseguraba que si uno «va en contra de Kennedy, es lo que mayor daño le puede causar a Estados Unidos», según la citada charla, grabada en mayo y difundida hoy por el Departamento de Justicia.

«Aman a (el ex presidente) John F. Kennedy (1961-1963). Es el hombre por excelencia. Si le das, todo el país estará de luto. Supondría matar a este hombre dos veces (…) Podríamos destruir la economía de EE.UU. durante un tiempo», explicó Defreitas en referencia al aeropuerto que lleva el nombre del ex presidente.

Además el detenido aseguraba que la destrucción causada hubiera sido «mayor» que la de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El atentado se iba a perpetrar con explosivos «que aún no habían sido adquiridos», agregó el FBI, y explicó que en cuanto se supo de las intenciones del grupo se incluyó en los trabajos a un informante.

Fuentes del aeropuerto JFK de Nueva York subrayaron hoy que el tráfico en la terminal aérea sigue su ritmo normal y el estado de los vuelos no ha variado.

El comisario jefe de la policía de Nueva York, Ray Kelly, indicó que la trama descubierta pone de manifiesto que Nueva York, «es un objetivo preferente de los terroristas», desde los atentados del 11-S.

Además explicó que la red de conductos de gasolina, de unos 60 kilómetros de longitud, comienza en el estado de Nueva Jersey, pasa por la Isla de Staten y Brooklyn, hasta llegar a los aeropuertos de La Guardia y JFK.

 La empresa propietaria de la red de suministro es Buckeye Pipeline y según un portavoz de la misma, Roy Haase, la compañía ha estado en todo momento informada sobre el complot.

 «Debido a la naturaleza de nuestro negocio y la importancia de la red tenemos una relación y una comunicación intensa y permanente con el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional, la autoridad portuaria de Nueva York, el departamento de policía y los bomberos», agregó Haase.

Esta es la segunda ocasión en tres semanas que se advierte sobre la posibilidad de un atentado contra intereses de Estados Unidos.

El pasado 11 de mayo funcionarios estadounidenses y alemanes advirtieron sobre la posibilidad de otro ataque, en ese caso contra militares o turistas de Estados Unidos en Alemania.

Los funcionarios aseguraron entonces que la información detrás de la amenaza era «muy real», por lo que, como medida de protección, se destinaron alguaciles de vuelo adicionales a los aviones que cubren las rutas entre Alemania y Estados Unidos. EFE

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