VIENA, EFE .- Un grupo de científicos austríacos ha descubierto el mecanismo que lleva a las depresiones de otoño e invierno, y afirman que la terapia lumínica puede aportar una sensible mejora a los pacientes.

El estudio revela que en los depresivos hay una actividad excesiva del transporte de serotonina, que se puede remediar mediante un tratamiento con luz, explicó uno de sus autores, Matthäus Willeit, de la Clínica de Psiquiatría del Hospital Universitario de Viena.

En declaraciones que publicó ayer la agencia APA con motivo de publicarse el descubrimiento de Willeit y su equipo en la revista especializada «Noropsychopharmacology», el científico recuerda que el efecto de los antidepresivos modernos se basa en que aumentan la concentración de la serotonina en el cerebro.    Las personas que sufren depresiones, en comparación con las sanas, muestran una concentración baja de serotonina, precursora de la melatonina, en el cerebro, más concreto en las sinapsis, los espacios entre las superficies de contacto entre dos terminaciones nerviosas.

Los científicos vieneses constataron en los pacientes que padecían depresiones durante la temporada de menos luz natural del año un transporte 1,5 veces más rápido de la serotonina, lo que significa que la serotonina se consumía más rápidamente.

Dos tercios de los enfermos con estos síntomas responden a la terapia de luz que consiste en exponerse a una fuente lumínica de 10.000 lux durante tres cuartos de hora todas las mañanas.