Descubren en Melilla un fraude de paternidad de 78 bebés inmigrantes

Descubren en Melilla un fraude de paternidad de 78 bebés inmigrantes

Valla fronteriza de Melilla. Archivo.

Madrid.- La Policía española ha descubierto un fraude sobre la paternidad de 78 bebés de inmigrantes embarazadas nacidos en la ciudad norteafricana de Melilla. Por los que pagaron, mediante intermediarios, hasta 3.000 euros a falsos padres españoles para que los registrasen como si fueran sus hijos.

En la operación, llamada “Edipo”, fueron detenidas 79 personas, aunque el total de implicados llega a 117. Entre los que hay padres ficticios, intermediarios y madres de los recién nacidos, informó la Policía este viernes. Las mujeres aprovechaban el fraude para solicitar la autorización de residencia en España por arraigo familiar.

En la investigación, de alcance nacional, participaron más de 150 agentes. Estos arrestaron a 51 personas en Melilla y 28 más en otros lugares de España. Están acusadas de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, falsedad documental y pertenecía a organización criminal. Para las otras 38 personas implicadas supuestamente en el fraude se han dictado órdenes judiciales de busca y captura.

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El fraude en Melilla

Tras destaparse la trama, la Delegación del Gobierno español en Melilla va a iniciar los trámites administrativos para la extinción de las autorizaciones de residencia de las madres de los menores afectados por el caso. Además, se ha instado a la Fiscalía a que tome las medidas oportunas para revocar la nacionalidad española de los 78 bebés. Las mujeres, en su mayoría de origen marroquí. Ellas accedían a territorio español en avanzado estado de gestación aprovechando la exención de visado y el Acuerdo de Buena Vecindad vigente entre España y Marruecos.

Una vez en España, daban a luz en el hospital comarcal de Melilla. Mediante los intermediarios de la trama, contactaban con hombres de nacionalidad española, muchos también de origen marroquí. Quienes le pagaban cantidades de entre 1.500 y 3.000 euros para que manifestasen en el Registro Civil de Melilla que eran los padres biológicos de los bebés.

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De esta forma, los niños obtenían de forma automática el certificado de nacionalidad, con el que las madres solicitaban la documentación española, que también les permitía a ellas tramitar la petición de residencia como progenitoras de un hijo español. Asimismo, podían solicitar posteriormente la reagrupación familiar para los verdaderos padres. Los cuales solían ser de un tercer estado sin documentación para acceder al espacio europeo Schengen (de libre tránsito de personas).