Descubren sensor de sarcasmo del cerebro

Descubren sensor de sarcasmo del cerebro

No, es verdad, muchos de ustedes no pueden pasar un día sin lanzar varias dosis de sarcasmo. Pero algunas personas con daño cerebral no pueden comprender el sarcasmo. Investigadores israelíes piensan que se debe a que en una región específica del cerebro se ha ido la luz.

La región, de acuerdo con los investigadores, maneja la tarea de detectar el significado oculto, un componente crucial del sarcasmo. Si esa parte del cerebro se encuentra dañada, la ironía no se transmite, según informan científicos en la edición de mayo de Neuropsychology.

“Las personas con daño cerebral prefrontal sufren de dificultades para comprender los estados mentales de las demás personas y carecen de empatía”, afirmó la coautora del estudio, Simone Shamay-Tsoory, investigadora de la Universidad de Haifa. “Por tanto, no pueden comprender de qué habla en realidad el otro y sólo entienden el significado literal”.

Los hallazgos, afirmó Shamay-Tsoory, podrían ayudar a los centros de rehabilitación a hacer un mejor trabajo para ayudar a los pacientes con daño cerebral a ajustarse al mundo y comprender a los demás.

En su estudio, Shamay-Tsoory y sus colegas primero obtuvieron la participación de 58 sujetos, 25 participantes con daño del lóbulo prefrontal, 17 saludables y 16 que habían sufrido daño al lóbulo posterior del cerebro.

Entonces evaluaron a cada persona exponiéndolos a varios comentarios “neutrales” y sarcásticos, grabados por actores como parte de una historia. Este “sarcasmómetro” se diseñó para evaluar qué tan bien podían comprender los sujetos el exclusivo tipo de ironía que constituye el sarcasmo.

Por ejemplo, los actores leyeron frases tales como “no trabajes demasiado” tanto en un sentido neutral (queriendo decir “trabajas mucho”) como en un sentido sarcástico (queriendo decir “que haragán eres”). Cada comentario se daba en el contexto apropiado como parte de una historia, por ejemplo, de un trabajador que está durmiendo o de un trabajador que realiza arduamente sus labores. Todos los sujetos comprendieron el sarcasmo excepto los que tenían daño en el área prefrontal, la que se encuentra encima de la cuenca ocular y detrás de la frente. Y entre esos, las personas con daño en un área específica conocida como zona ventromedial tenían los mayores problemas para descifrar el sarcasmo. Los investigadores piensan que las lesiones en varias partes del cerebro pueden contribuir a la incapacidad para comprender el sarcasmo. Pero, escribieron, esta área particular es importante porque utiliza el reconocimiento innato de las emociones de otras personas (la empatía) y las experiencias pasadas para comprender las intenciones del interlocutor.

Brian Knutson, profesor asistente de neurociencia de la Universidad de Stanford, dijo que los hallazgos tienen sentido porque la corteza cerebral maneja una cantidad de tareas sofisticadas, entre las cuales se podría hallar el sarcasmo.

Los hallazgos también reflejan el creciente interés en cómo se procesan las emociones en el cerebro. “La emoción no ha sido un tema popular en la ciencia durante largo tiempo”, porque es difícil de medir, afirmó, pero esto está cambiando.

Fuente: Neuropsychology

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