Descuentos hasta 75% en precios libros

Descuentos hasta 75% en precios libros

Un mundo de descuentos, de libros de toda la vida y de novedades que hay que salir a buscar detenidamenteme se conjugan en una feria en la que por primera vez las grandes librerías ofrecen su mercancía con rebajas que van desde un 10 a un 75%.

Aunque cada stand tiene algunos volúmenes con precio especial, la mayoría de los libreros que participan en la VII Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2004 ofrece un 20% de descuento en sus libros regulares. En góndolas aparte, por otro lado, tienen las obras que presentan a un importe mucho menor.

En el caso de MATECA, por ejemplo, tienen un descuento general de un 20%, mientras que hay ejemplares que tienen un 30 y un 50% de descuento. Los de autores dominicano, por otro lado, tienen un descuento de un 10%.

Por otra parte, Cuesta tiene un 20% de descuento en todos sus libros; La Trinitaria, un 10% de descuento; y Editorial Norma, además del 20% de descuento, regala un libro a los clientes que presentan la factura de compra de tres libros editados por ellos.

Eduprogreso, que vende enciclopedias, también tiene su oferta: por la compra de una colección, le venden la segunda a mitad de precio.

Editora Taller tiene de un 20 a un 30% de descuento; Tehesaurus tiene las obras de catálogo con 20% de descuento, los libros de dominicanos con un 10% y dos mesas con un 50 y un 75%, respectivamente. El Grupo Santillana, también con 20% en la mercancía normal, tiene 50% de descuento en libros seleccionados.

Quien quiere precios aún más baratos, puede pasearse por el área de libros usados o viejos. Por allí, al calor de las mesas en las que aparecen antiguos volúmenes que ya nadie recuerda, pueden encontrarse desde un paquito hasta el más raro ejemplar de superación personal.

Algunos puestos, improvisados por las esquinas, le podrán llamar la atención por el módico precio que exhiben los libros: desde RD$10.00 a RD$20.00. Los títulos de este valor, sin embargo, dejan mucho que desear.

[b]PARA LOS INFANTES[/b]

La primera jornada de la Feria, como es costumbre, contó con una tímida asistencia. Niños, de escuelas y colegios, merodeaban por el lugar y se entretenían con los paquitos y entretenimientos que se venden a $RD10.00 y $RD15.00.

La pista de patinaje, puesta por la compañía Centennial, era uno de los ámbitos más visitados. Aunque caían, desacostumbrados a patinar sobre hielo, los niños se la pasoron genial en este lugar.

Otro espacio que concitó mucho la atención fue el rincón que, aunque prestado, ocupó la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) para pesar a cuanto niño se acercaba por allí.

[b]A MEDIO TALLE[/b]

Pasear por todo el recinto ferial durante la mañana de ayer era lo mismo que descubrir que la improvisación nunca se aleja de estos predios: aún, aunque la feria se inauguró el pasado jueves, quedaban muchos stands sin terminar.

Uno de ellos, quizás el más atrasado, es el de la UASD, que se constituyó en un verdadero estorbo para las actividades que se realizaban en el Pabellón de Literatura, que está justo al frente. Los martilleos, el taladreo y demás apenas dejaron que se escuchara cómo discurría el reconocimiento que se le hizo a Andrés L. Mateo.

En otras áreas, sobre todo en la de libros usados, había muchos libreros colocando su mercancía; las cajas estaban por medio y los tramos lucían todavía vacíos.

Ver cómo algunos trabajan con afán por terminar algo que debió estar hecho fue menos contraproducente que constatar que todavía hay stands que no sólo estaban vacíos: nadie estaba en ellos.

Para los organizadores, apenados al ver que había espacios en los que no aparecía ningún responsable, aseguraron extraoficialmente que se pondrán en contacto con ellos para saber qué decisión tomar el respecto. Muchos, suponemos, serán quitados.

Pendientes aparte, el primer día de la feria transcurrió sin demasiados aspavientos. La tranquilidad, al ritmo de los trabajos acelerados, fue la constante del día.

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