Descuidos con el sector turismo provocan
cientos de millones de dólares en pérdidas

Descuidos con el sector turismo provocan <BR>cientos de millones de dólares en pérdidas

POR MANUEL QUITERIO CEDEÑO
¿Cuántos millones de dólares ha dejado de percibir el país y en particular el litoral norte por los problemas que han afectado la industria turística en los últimos años? ¿Qué significa esto para la economía nacional? ¿Cuántos millones dejará de percibir el país y la región Este por los efectos negativos del último huracán?

El análisis del comportamiento de la industria turística en Puerto Plata es un buen ejemplo de lo que significa este sector para el país y el potencial que tiene como herramienta fundamental para la recuperación económica.

El despegue del turismo en la zona de Puerto Plata arrancó a partir de 1985 con la puesta en marcha del proyecto del sector público liderado por el Banco Central a través del ya desaparecido Fondo para el Desarrollo de la Infraestructura Turística (INFRATUR).

Se lanzó el complejo turístico Playa Dorada, se construyó el aeropuerto internacional, se creó una escuela hotelera, se mejoró la infraestructura urbana de Puerto Plata y el sistema vial y se realizaron otras inversiones en infraestructura. También se dedicaron recursos para financiar la construcción de hoteles.

En 1986 el aeropuerto de Puerto Plata recibió 130,938 visitantes extranjeros. Se inició un período de rápido crecimiento de los flujos turísticos hasta llegar a 452,696, un incremento del 350% en 8 años.

Este notable éxito creó en el litoral norte un dinamismo económico nunca antes visto en la zona y en el país, que atrajo nuevas inversiones, empresas, migración, etc., para una época de prosperidad única que convirtió esta provincia en un centro de atracción económica.

En el período 1986-1993 la tasa de crecimiento promedio de la llegada de visitantes extranjeros fue de 35.10%.

En 1994 se produjo la primera señal de advertencia de que el crecimiento no se producía por generación espontánea. Se produjo un crecimiento negativo de 0.96% al bajar de 452 mil a 448 mil visitantes extranjeros por vía aérea. Al año siguiente se retomó el crecimiento y el período 1994-1999 se produjo un incremento de 157% para una tasa promedio anual de 14.39%.

En los 4 años siguientes (2000-2003) el crecimiento promedio anual fue 6.86 negativo, porque aunque en el 2000 se registró un 11.26% positivo, en el 2001 y el 2002  la caída fue superior al 22%. Es decir, la industria retrocedió a los niveles de llegadas del 1993 y 1994.

Además de tener menos turistas, debe considerarse la reducción de las tarifas y por lo tanto del ingreso medio por turista, que para el país es de alrededor de 1000 dólares, pero en el caso del litoral norte es más bajo y significativamente inferior al que se logró en la segunda mitad de los años ochenta y la primera mitad de los noventa.

Es importante señalar que cuando la industria turística de Puerto Plata comenzó a perder dinamismo por los problemas de infraestructura, desorden y degradación ambiental de la zona, el flujo de visitantes se mantuvo apelando a bajar tarifas como principal instrumento de comercialización.

El problema de utilizar esta herramienta radica en que una vez un destino se lanza en ese remolino, es difícil salir. Los problemas llevan a bajas tarifas, las bajas tarifas aumentan los problemas y esto se convierte en una bola de nieve cuesta abajo que crece más en cada año.

Con ingresos deprimidos, los hoteles bajan la calidad del servicio, descuidan el mantenimiento de la infraestructura y pierden a sus mejores empleados que se marchan en busca de mejores perspectivas cuando ven su establecimiento en problemas.

No podemos pensar en que Puerto Plata podía mantener por mucho tiempo más tasas de crecimiento tan altas como las que se produjeron en el período 1986-1993.

Los problemas de infraestructura, servicios básicos, ordenamiento y el desorden  taponaron la llave que alimentaba la economía de Puerto Plata y han producido pérdidas de gran consideración.

Es interesante analizar el período 2000-2003. Si en vez de un crecimiento negativo se hubiera registrado un incremento promedio anual del 5%, en vez de los 2.3 millones de turistas llegados, habríamos recibido 3.1 millones; y si aplicamos un 10% de crecimiento promedio, las llegadas de visitantes extranjeros habrían sumado 3.5 millones.

Esto quiere decir que con un crecimiento promedio anual del 5% Puerto Plata habría recibido 735 millones de dólares más en el  período 2000-2003 y con un promedio anual del 10% habría obtenido US$1000 millones adicionales.

Con este enfoque, la pérdida real es mayor aún, porque este estimado no incluyen la pérdida que se produjo en el período 1990-200 por la caída de las tarifas. Sin lugar a dudas, puede afirmarse que en este período, la industria turística de Puerto Plata y el país, perdieron más del 30% de sus ingresos por este concepto. Un estimado conservador indica que por este concepto, se perdieron más de 40 millones de dólares anuales, es decir más de 400 millones de dólares.

Estos cálculos explican los signos de decadencia presentes en la región a partir de la segunda mitad de los años noventa. La pregunta es ¿puede recuperarse Puerto Plata?. Aunque las experiencias de la industria turística nos dicen lo difícil que es devolver el brillo y la credibilidad a un destino turístico decadente, nuestro litoral norte conserva potencialidades para producir el milagro es inscribirse en la historia como una de las excepciones a esta fatídica regla.

El año pasado el flujo turístico extranjero por el aeropuerto de la región creció en un 8.87%. Esta recuperación se ha reafirmado en el 2004, ya que en los primeros nueve meses se ha producido un incremento del 16.41%.

Esto es un indicio de que la industria turística ha comenzado a moverse en la dirección correcta, pero tiene que «ponerse las pilas», para usar el dicho popular, porque falta mucho por hacer y se requiere una mayor disposición a invertir de parte del sector privado y mayor respaldo del Gobierno en la mejoría de infraestructuras y promoción.

Los daños causados por el huracán Jeanne en el Este también nos dan una pauta. El estimado de habitaciones fuera de servicios en algún momento, es de 10 mil. Considerando el potencial de ocupación y el gasto promedio diario por cada turista en la zona, la economía dejará de recibir más de 200 millones de dólares en el período septiembre-diciembre.

Este estimado no considera la reducción de visitantes extranjeros a la zona por causa de la publicidad negativa estimulada por la difusión de la situación creada. Basta decir que la zona turística más importante del país estuvo casi totalmente aislada durante dos semanas y con graves dificultades de comunicación otras dos semanas.

En el mes  de septiembre del 2002 la llegada de turistas extranjeros por Punta Cana creció en un 7.70%, en el 2003 en un 35.22% y este año el registro fue negativo en un -13.84%.

¿Puede nuestro país darse el lujo de tirar al mar tanto potencial productivo y perder tanto ingreso posible?

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