DESDE LOS TEJADOS
Los de la orillita y los cristianos mar adentro

<STRONG>DESDE LOS TEJADOS <BR>Los de la orillita y los cristianos mar adentro</STRONG>

Este miércoles inicia la cuaresma, tiempo de preparación para celebrar la muerte y resurrección de Jesús. Durante 40 días hasta el Domingo de Ramos, la Iglesia nos anima a profundizar en nuestro bautismo. Por el bautismo estamos llamados a morir a esas fuerzas que llevaron a Jesús a la muerte. Nuestros obispos las denuncian en su Carta Pastoral: “los ídolos del poder, de la riqueza y del placer efímero” (32) No pongamos  nuestra realización en el tener, no seamos esclavos de la competencia, del lucro, del fantasmeo social, del consumismo (34). 

Cuaresma también es acoger la propuesta de Jesús resucitado a estar de “pie y perseverantes ante los grandes desafíos que tenemos que enfrentar” (33).

Entre nosotros hay dos tipos de católicos: los de la orillita y los de mar adentro. Los católicos de la orillita se comprometen con el Señor mientras toquen el fondo con sus pies y vean la orilla. Los de la orillita seguirán a Jesús mientras lo vean sentado en su barca y predicando.

Pero los cristianos de la orillita no cambiarán nada. Nuestros obispos enseñan, que empezaremos a cambiar cuando seamos sensibles a “la justicia social, el bien común, el desarrollo integral, la economía solidaria, la ética cristiana, el gasto social, la dignidad humana y la cultura de la responsabilidad.” Hay que meterse mar adentro, en la “candelᔠdel “mundo de las comunicaciones, el desarrollo y la promoción de la mujer; la ecología (saludos a los benditos de la Loma de Miranda). Hay que formar pensadores, evangelizar políticos (para Dios todo es posible), comunicadores, trabajadores y líderes comunitarios (41).

La cuaresma nos llama como a Pedro a remar mar adentro, allí nos reconocemos pecadores y aprendemos a ser pescadores de hombres (Lucas 5, 1 – 11).

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