DESDE LOS TEJADOS
Andaban como ovejas sin pastor

<STRONG>DESDE LOS TEJADOS<BR></STRONG>Andaban como ovejas sin pastor

Marcos refiere que Jesús sintió compasión de las muchedumbres porque “andaban como ovejas sin pastor” (6, 30-34). En nuestros días, empleamos el término “pastor” para el liderazgo religioso. Pero Jesús usa el término “pastor” para referirse a todo tipo de liderazgo: social, político y religioso.

El pastor orienta, reúne y cuida las ovejas. Las encamina, como dice el salmo 22, “por senderos justos”, las acompaña en las “cañadas tenebrosas”, las saca “a las verdes praderas donde reparan sus fuerzas”. Los malos pastores, dispersan a las ovejas y no les importa que perezcan (Jeremías 23, 1-6).

Quedémonos en República Dominicana, donde más de la mitad de nuestra población vive y muere  “como ovejas sin pastor”. Nadie les exige a los ciudadanos lo que mejoraría su calidad de vida. El liderazgo político se limita a dar, especialmente en las campañas. Regalan de todo, para que todo siga igual. ¿Dónde están los funcionarios que se arremanguen las mangas para establecer cómo deben levantarse los ranchos en un barrio marginado para que puedan entrar los bomberos o una ambulancia?

En Santo Domingo, no se puede caminar por las aceras, porque la autoridad competente no exige que se respeten. Cualquier ciudadano puede ser  atropellado por un motor en una acera, ante los ojos indiferentes de agentes pagados con impuestos, que no financiarán ni su hospital ni su caja de muerto.

Si a los campesinos se les dijera qué sembrar, si se les apoyase para mercadear su producción, protegiéndolos de los tiburones intermediarios, la agricultura mejoraría. Si los ayuntamientos limpiasen y exigiesen la limpieza de  las cunetas de las carreteras, el país se ahorraría millones en vidas y asfalto.

Los ciudadanos no necesitan líderes “benefactores” que caminen por ellos. Necesitan líderes que les encaminen, avanzando ellos primero por la ruta de los deberes y los derechos. 

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