DESDE LOS TEJADOS
Hay centinelas, falta la sociedad

DESDE LOS TEJADOS<BR>Hay centinelas, falta la sociedad

Las atalayas eran torres de vigilancia. En lo alto de las atalayas, los centinelas podían divisar al enemigo y dar  la alarma.

En Ezequiel 33,7-9, Dios conmina así al profeta: «A ti, hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel; cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte”. Este texto permite comprender por qué nuestros obispos en su Cartas Pastorales y Mensajes nos alertan sobre los peligros que afectan a la nación. Ante los graves males nacionales, los líderes, educadores, comunicadores, los ciudadanos con mejor formación tenemos una ineludible responsabilidad moral.

En el Evangelio de hoy, Mateo 18,15-20, Jesús nos instruye sobre tres tipos de confrontación con los que fallan: a solas, ante dos miembros de la comunidad y ante la comunidad.

Entre nosotros, las denuncias más dramáticas llenan los medios de comunicación. Aquellos que deberían corregir estos males, no lo hacen o entretienen a la población con bellas palabras, pero los males continúan. El número 28 del Mensaje de los Obispos dominicanos del pasado 27 Febrero nos exhortaba: “Superemos la gran brecha que separa el discurso de la realidad, la teoría de la práctica.”

¿Cómo remediar la irresponsabilidad y la desidia de las autoridades y sectores de poder? Jesús señala la denuncia ante la comunidad. Los sectores dominantes, sólo cambiarán cuando el tolerar los males les signifique perder el poder, debido al rechazo de la sociedad. Pero ¿existe esa unidad en nuestra  sociedad, capaz de sancionar la  ilegalidad y la corrupción toleradas?  Nuestros obispos piden “la unificación de criterios y [el] trabajo en conjunto” (No. 25).

Sin unidad, las denuncias de nuestros centinelas serán aplaudidas para ignorarlas. Trabajemos por unir a familias, comunidades e instituciones, todos los que desean una patria sana, entonces la podremos construir.

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