DESDE LOS TEJADOS
Invitación a recapacitar

DESDE LOS TEJADOS<BR>Invitación a recapacitar

Todos hemos vivido esta situación; un padre con dos hijos, le pide a uno de ellos: — ve a trabajar a la finca.-l hijo le responde: — no quiero–. Pero luego va.  El segundo hijo dice: — sí papá, voy enseguida–. Pero luego no va. Jesús pregunta en el Evangelio de hoy: ¿cuál de los dos hizo lo que quería el padre? (Mateo 21, 28 – 32). Los sacerdotes y ancianos del pueblo, los líderes más relevantes de Israel, le respondieron a Jesús: ¡el primero! 

Jesús entonces aprovechó para  reprocharles, cómo la gente considerada pecadora acogió con sinceridad la prédica de Juan, el Bautista y creyeron en él. Y ni siquiera viendo eso, los líderes de Israel recapacitaron.

Nosotros como sociedad necesitamos recapacitar en muchos aspectos. Uno de ellos es nuestra inadecuada educación pública.

Vemos a hombres y mujeres, que crecieron sin escuela, o apenas llegaron hasta un tercer curso de primaria, ocuparse de que sus hijos puedan estudiar.  Miles y miles de padres y madres pobres, que apenas leen o escriben, invierten parte de su día en llevar de la mano a sus hijos a las escuelas, cruzando avenidas bajo el sol implacable o la lluvia inclemente. ¡Y ni siquiera así han recapacitado las autoridades!

Todos hemos de recapacitar para atraer al magisterio a un personal mejor preparado,  de forma, que pueda realizar su delicada e importante tarea.

Necesitamos recapacitar para que las facilidades, equipos e instalaciones de nuestras escuelas públicas duren muchos años, sea reparados y mantenidos. ¡Les han costado millones a este pueblo pobre! Hay equipos de pelota que traen entrenadores para formar peloteros, ¿y no podríamos traer educadores, programas, textos, recursos y organizar actividades, que mejoren nuestra educación, tan mal calificada en las encuestas internacionales?

El Presupuesto nacional mostrará si hemos recapacitado como sociedad.

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