Desde los tejados
La sabiduría que necesitamos en RD

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Desde su base, el 2009 luce imponente. ¡Tantas son las oportunidades y desafíos! Cualquiera queda perplejo, paralizado y angustiado.  ¿Qué encontraremos más adelante en la ruta del 2009?

La Iglesia nos pone a meditar sobre la sabiduría de Dios (Eclesiástico 24, 1 – 4. 12 – 16).

Ella, la criatura más sublime, discursea  “en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades”. A esta sabiduría, Dios le ordenó: “habita en Jacob” La Sabiduría hizo suyos los desafíos y oportunidades de Israel, echando raíces en ese pueblo glorioso.

El Evangelio nos coloca en la eternidad de Dios, en “el Principio”. Con Juan, el evangelista (1, 1 – 18), aprendemos que en Dios siempre ha existido una Palabra, y “esa Palabra era Dios”, es decir, la Palabra de Dios es tan divina como el Padre Dios.

En esa Palabra “había vida, …la Palabra era la luz verdadera que alumbra a todo hombre….la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre, como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.”

El Hijo de Dios, la Palabra, se adentró para siempre en nuestra historia, clavó las estacas de su tienda de campaña entre nosotros.

dentrémosnos en el 2009 con esperanza, caminamos la misma  historia que el Hijo hizo suya encarnándose. Adentrándonos en el 2009 podemos encontrar la vida, la luz y la verdad.

Es cierto que la mentira nos asedia, la violencia invade las relaciones humanas y la corrupción embarra gentes y causas nobles, y sin embargo, gracias a la Palabra que vive entre nosotros: “la luz brilla en las tinieblas”. En la Palabra, Dios nos regala su Verdad desinteresadamente.

A veces nos sentimos atrapados por la tiranía de nuestros intereses y ventajas, que defendemos con uñas y dientes. Pero esa Palabra, que vive entre nosotros, es gracia, es decir, en Cristo, Dios nos regala gratuitamente la libertad para priorizar el amor y no nuestros intereses.

La puerta de la cárcel está abierta, tenemos todo el 2009 para empujarla y salir afuera, día a día, a construir otra sociedad más humana y fraternal.

Cristo, Sabiduría y Palabra de Dios, nos anima a comprometernos durante el 2009 con los procesos transformadores de nuestra sociedad. Ya Él puso su tienda en nuestra historia, ¡ahora nos toca a nosotros!

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