DESDE LOS TEJADOS
Zacarías pasó, es la hora de Juan, el precursor

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 ¿Por qué, la solemnidad del nacimiento de Juan el Bautista desplaza la celebración de hoy Domingo? Jesús, nos da el motivo: “En verdad les digo que entre los nacidos de mujer no ha aparecido uno más grande que Juan el Bautista” (ver Mateo 11, 1 – 14).

Esta fiesta se sitúa aquí, porque la anunciación se ha colocado el 25 de marzo, a nueve meses exactos de la Navidad. Aplicando a la letra las palabras del ángel a María en la anunciación (25 marzo), “y ya está de seis meses la que llamaban estéril” (Lucas 1, 36), hoy se cumplen los nueve meses de Isabel. Por estos días del nacimiento de Juan el Bautista, el día solar alcanza su mayor duración, e irá disminuyendo hasta la cercanía de la Navidad. La luz de Juan va muriendo (“conviene  que Él [Jesús] crezca y que yo disminuya” (Juan 3, 30), el sol vuelve a renacer con la Navidad de Cristo, el Verdadero Sol de Justicia. 

Lucas nos refiere, cómo Zacarías, el padre Juan el Bautista, era sacerdote. Zacarías e Isabel no tenían hijos. El ángel no solo les promete un hijo, sino que le pone nombre “Juan”. Zacarías no cree y acaba mudo.

El sacerdocio de Zacarías, cuyo nombre significa, “aquél que es la memoria de Dios”,   está ligado al pasado, y limitado al templo, la ley y a la ciudad de Jerusalén. Isaías (49, 1- 6) explica la verdadera vocación de Israel, “es poco que… restablezcas las tribus de Jacob”. Ante lo nuevo de Dios,  el sacerdote Zacarías está mudo.

 El designio de Dios revelado en Juan (Dios es propicio) mira al futuro y es luz para todas las naciones. El reto, no es repetir el sacerdocio de Zacarías, sino servir la novedad y la compasión revelada en Juan.

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