Ópera -7-
En 1813 nacen en Italia y Alemania, respectivamente, Guiseppe Verdi y Richard Wagner. Ambos se convierten en las grandes figuras operísticas del siglo XIX.
En pleno movimiento político conocido como el Risorgimento en Italia, Verdi compuso Nabuco -1842- cuyo argumento basado en el cautiverio de los israelitas en Babilonia, se convirtió en faro del movimiento y el coro de los judíos, el bellísimo Va pensiero, en su himno. Entre sus óperas más famosas se encuentran Aida, Rigoletto, su ópera al estilo rococó Un ballo en maschera, La Traviata, La forza del destino, Don Carlos. Las óperas de Verdi se caracterizan por la verosimilitud del estilo y la brillantez vocal. Por otro lado, Wagner crea el Arte Total, combinando todas las artes en un solo espectáculo; sus óperas más importantes fueron Tannhäuser, Tristán e Isolda, Der Ring des Nibelungen y Parsifal. En Francia destaca Charles Gounod, verdadera autoridad del bel canto, en su ópera Fausto, basada en la obra de Goethe, que destaca a la soprano en su coloratura.