Desde platea
El público

<P>Desde platea<BR>El público</P>

Dejé de ir al cine por muchos años, pues lejos de disfrutar, lo que hacía era incomodarme mandando a callar a los  cercanos, recibiendo de éstos  como respuesta no una excusa, sino una frase burlona o de mal gusto. He vuelto al cine con las nuevas salas de áreas exclusivas, la realidad es que lejos de mejorar la cosa esta peor, en definitiva, me conformo ya con ver las películas  por televisión o alquilando alguna. Pero esto no sólo  está sucediendo en las salas de cine; en una  función de teatro en Bellas Artes, luego de solicitarle a las “señoras” que se encontraban en la fila anterior,  que por favor se callaran, al no hacerme  caso, tuve que cambiar de asiento; lo penoso de este  caso es que no se trataba de jóvenes, sino de personas maduras. ¿Qué ha pasado con la educación en nuestro país? El  incidente ocurrido en el Teatro Nacional, durante el concierto de la soprano María Guleghina, en pleno Festival Musical  nos llenó a todos de vergüenza. El director Ramón Tebar tuvo que parar el concierto por el sonido insistente de un celular. ¡Qué pena!

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