Desea niños maltratados se expresen a través de la pintura

Desea niños maltratados se expresen a través de la pintura

POR MARIEN A. CAPITÁN
Soñador, pintor y filántropo, Jonio Siqueira está trabajando por establecer una escuela preescolar en la que los niños maltratados y con problemas aprendan y se desahoguen a través de las artes plásticas.

Brasileño residente en California, Estados Unidos, Siqueira aspira a contar con el apoyo de las autoridades locales para lograr su propósito. Antes de ello, sin embargo, ha comenzado a dar los pasos para cristalizar su sueño: pintó unas telas con cuarenta niños de escuelas públicas dominicanas y estos dibujos serán subastados próximamente en internet. Con el dinero resultante, explica, se hará la escuela.

«Será un preescolar especializado en artes. El servicio será gratuito para la comunidad, para que los niños que más necesitan la terapia se beneficien con ella. Los servicios de esta escuela serán pagados por la escuela de allá», indicó Siqueira.

Como la escuela de California, que se llama Marin Art Daycare.Org, Siquiera también espera poner preescolares en otros lugares como Brasil y Colombia. Respecto al apoyo con el que cuenta, Siqueira manifestó que tiene el soporte del College of Marin. También recibe donaciones de personajes tan importantes como George Lucas, actor y creador de la exitosa Star Wars y la famosa saga de Indiana Jones.

Cuestionado en torno al porqué de su presencia en el país, Siqueira explicó que un senador estadounidense le pidió que viniese a hacer este tipo de trabajo. Tras comprar los materiales que necesitaba y hacer los contactos para conseguir a un grupo de niños que pintaran unas telas junto a él, tiene la mitad del trabajo hecho.

¿La queja? Lo difícil que resulta hacer un trabajo comunitario en este país. «Allá (en Estados Unidos) hacer esto es más fácil, uno tiene todos los soportes, los materiales… todo es distinto».

Indicando que tiene tres años y medio trabajando con niños, Siqueira señaló por qué razón se dedica a estar labor: «Hacer esto, poner a pintar a los niños para que se expresen, es una terapia para mí y para ellos», aseguró.

UNA VIDA DIFÍCIL

Quien no conoce la historia personal de Siqueira no puede entender por qué tiene tanto afán de rescatar a los niños que han sufrido algún tipo de trauma a través de las artes. Después de escuchar los detalles de su turbulenta vida, sin embargo, es fácil comprenderlo.

Para empezar, su abuelo fue asesinado con la finalidad de que se repartiera su herencia. Amén de lo que significó esta pérdida, Siqueira tuvo que aguantar los constantes golpes que le daba su padrastro, quien además lo encerraba en un cuarto oscuro.

«A los 14 años me llevó a un orfanato y, como me escapé de allá, me llevaron a un reformatorio, a una prisión juvenil. Allá armé una revolución porque nos golpeaban y nos trataban muy mal. Por eso me sacaron de allá. Después conocí a una señora empresaria, que tenía una compañía muy grande de materiales de construcción, me preguntó por qué no me iba a los Estados Unidos, donde ella tenía una hermana».

Con 16 años ya Siqueira era un emigrante. Pero un emigrante feliz. «Yo sentí que había nacido nuevamente. Recordarlo me causa mucha emoción porque tuve suerte; gracias a eso soy quien yo soy. Eso quiero transmitirle a los niños ahora: que ellos pueden hacer algo bueno de ellos mismos. También quiero que aprendan a expresar lo que sienten».

Respecto a sus inicios, no son tan idílicos como cualquiera se imagina. «Lavé platos, entregué pizzas, trabajé de taxista, trabajé de portero en clubes y discotecas y hasta trabajé en tiendas. Fue hace cuatro años que entré en la escuela de pintura y ya estoy terminando de estudiar», subrayó.

Este es Jonio Siqueira, un joven pintor que ha trabajado con los colegios de San Quentin y Juvenille Hall, que se ha superado a través de una paleta y que, sobre todo, espera llevar sus trazos de esperanza a los niños maltratados del tercer mundo.

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