“La naciones americanas, no pueden, no deben, y no van a permitir el establecimiento de gobiernos comunistas en el hemisferio occidental”.
Con esas palabras el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson anunciaba, el 28 de abril de 1965, que tropas norteamericanas invadían ese día la República Dominicana para enfrentar a los militares constitucionalistas que luchaban por el restablecimiento del gobierno de Juan Bosch, depuesto el 25 de septiembre de 1963 por un sector de las Fuerzas Armadas encabezado por el general Elías Wessin y Wessin.
El desembarco de más de 40,000 marines norteamericanos se produjo cuatro días después que los militares constitucionalistas, dirigidos por los coroneles Francisco Alberto Caamaño Deñó y Rafael Fernández Domínguez, dirigieran una insurrección para derrocar al gobierno de facto que representaba el Triunvirato, encabezado entonces por Donald Reid Cabral.
El golpe de Estado al Triunvirato fue apoyado además por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y otras fuerzas políticas de izquierda.
Pero esa lucha comenzó la tarde del 24 de abril, cuando un grupo de militares, comandados por el capitán del Ejército Nacional, Mario Peña Taveras, apresó, en el Campamento 16 de Agosto, al general Marcos Rivera Cuesta, del bando contrario.

Antes de la llegada de los marines, el epicentro de los enfrentamientos entre los militares ocurrió en las inmediaciones del puente Duarte.
La ciudad de Santo Domingo quedó dividida en dos: por el Gobierno Constitucionalista que dirigía el coronel Caamaño Deñó, y otra por el Gobierno de Reconstrucción Nacional encabezado por el general Antonio Imbert Barreras, quien en 1961 formó parte de los militares que ajusticiaron al dictador Rafael Leonidas Trujillo, y en 1963 del grupo que le dio el golpe de Estado a Bosch.
La llegada de los marines. Tras el desembarco de los marines, el 28 de abril, se recrudecieron los combates y el 30 de abril se negoció un alto al fuego que auspicio el nuncio apostólico Enmanuel Clarizio, aunque las hostilidades continuaron.
Sin embargo, en agosto se inició un proceso de negociación que concluyó el 3 de septiembre con la firma del Acta de Reconciliación, que se firmó con la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En ese documento los dos bandos militares en conflicto acordaron renunciar y elegir un gobierno civil provisional, que lo presidiría Héctor García Godoy, como en efecto ocurrió.
El acuerdo también contemplaba que se realizaran elecciones en 1966, que se declarara una amnistía general, el desarme de la población civil y el retiro de los militares norteamericanos.
Los antecedentes de la Revolución de Abril. El golpe de Estado a Bosch fue el hecho que sembró el germen del descontento popular que devino en el golpe de Estado al Triunvirato, un gobierno provisional cuestionado por los actos de corrupción que se cometían, bajo el amparo de la impunidad.
El Gobierno de Bosch, del PRD, apenas duró siete meses y en ese corto período se tomaron medidas que apuntaban hacia un desarrollo económico y social con un alto sentido de equidad.