Deseos para el 2007
Esperan grandes cosas próxima temporada

<p><strong>Deseos para el 2007</strong><br/>Esperan grandes cosas próxima temporada</p>

POR ENRIQUE ROJAS
MIAMI –
El 2006 es historia y el 2007 es el presente. Es tiempo de hacer algunas reflexiones acerca de nuestras metas y deseos para los próximos 12 meses. Nada es más satisfactorio que regalar a los demás, incluso cuando en lugar de un costoso artículo de joyería simplemente extendemos un sencillo deseo de bienestar a otra persona.

Esta es mi lista de deseos para algunas de las principales figuras del béisbol. Con algunos de ellos hemos tenido algún tipo de relación periodista-atleta, pero la realidad es que la mayoría de ellos ni sabe (ni le importa un comino) que existimos.

Un voto de confianza para Big Mac: El martes 9 se anunciarán los nuevos miembros del Salón de la Fama de Cooperstown y es casi seguro que Tony Gwynn y Cal Ripken Jr. estarán en la ceremonia de instalación en julio.

El que no puede dar como un hecho su conversión en inmortal en el 2007 es el jonronero Mark McGwire, cuyo legado ha sido afectado por la furia del huracán «esteroides» que sacude actualmente toda la geografía de las Grandes Ligas.

Mientras McGwire nunca dio positivo a un examen anti-esteroides, entonces sería injusto castigarlo por un crimen que no cometió. Un 75% del voto de los periodistas sería el mejor regalo de Año Nuevo para Big Mac.

Un anillo para Bonds: En la que podría ser la última temporada de su extraordinaria carrera, Barry Bonds (734) probablemente destrone a Hank Aaron (755) como líder de jonrones de todos los tiempos, pero será muy difícil (por no decir imposible) que atrape su primer cetro de campeón si se mantiene todo el año en las filas de los Gigantes de San Francisco.

Así que le deseamos a Bonds un cambio de mitad de temporada, posiblemente a los Medias Blancas de Chicago, Tigres de Detroit, Yankees de Nueva York o los rivales de San Francisco, Dodgers de Los Angeles, para tener una verdadera oportunidad de coronarse antes de caer preso, que es lo que podría pasarle si se demuestra que cometió perjurio ante un gran jurado.

Triple corona para Pujols: El dominicano Albert Pujols, de los Cardenales de San Luis, se estableció como el mejor jugador de las Grandes Ligas en el 2006, cuando además de hacer otro intento por conseguir una triple corona de bateo, ganó su primer Guante de Oro. También fue campeón de la Serie Mundial.

Pujols (..331, 49, 137) fue el único bateador de las ligas mayores que quedó entre los primeros tres mejores de cada departamento ofensivo que forman la Triple Corona (Bateo, jonrones y carreras impulsadas) y es señalado como el candidato más auténtico a lograr la proeza.

Joe Medwick, de San Luis, fue el último que ganó una triple corona en la Liga Nacional, en 1937. Carl Yastrzemski, de Boston, lo hizo por última vez en la Liga Americana, en 1967.

JMV para Big Papi: Por tres temporadas seguidas, el dominicano David Ortiz ha sido la fuerza ofensiva más temible de la Liga Americana, pero su condición de Bateador Designado lo afectó a la hora de ser seleccionado el Jugador Más Valioso.

Ortiz dijo hace un par de meses que ya no se hace ilusiones con ganar el JMV a menos que gane una triple corona de bateo y que para tales fines buscará mejorar su promedio ofensivo sobre los .330 en la próxima temporada.

Claro, batear .330 no garantizará un título de bateo a Ortiz. Peor aún, conseguir una triple corona no es garantía de que los periodistas elijan JMV a Big Papi.

Una ciudad tranquila para Manny: Las razones por las que Manny Ramírez quiere salir de Boston no han cambiado, por extensión, tampoco ha variado su deseo de jugar en otro sitio.

Ramírez argumenta que en Boston no tiene vida privada y que le gustaría ir a un sitio en donde un bateador que puede ganar el título de bateo, pegar entre 40 y 50 jonrones y empujar entre 100 y 160 carreras, pase desapercibido.

Es poco probable que esa ciudad exista en Grandes Ligas, pero tratando de complacer a un amigo, propongo que Boston cambie a Ramírez al SK Wyverns de Incheon, la más modesta y tranquila franquicia de la Liga de Corea del Sur.

Un equipo para Sammy: El jonronero dominicano Sammy Sosa se ha propuesto intentar regresar a las Grandes Ligas tras un año de ausencia para mostrar que aún puede jugar al más alto nivel y de paso pegar los 12 cuadrangulares que le faltan para alcanzar los 600.

Si Sosa practicara tenis de campo, boxeo o lucha libre, el regreso sería más fácil. Pero más que su propia voluntad o deseo, en béisbol necesitará un equipo que lo contrate. Ese es nuestro deseo de año nuevo para el mejor jugador dominicano en la historia de las Grandes Ligas: un equipo que le permita intentar el regreso.

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