Si todos los dominicanos, los brutos y los inteligentes, los negros y los blancos, los árabes y los chinos nacidos aquí, unieran sus esfuerzos en una misma dirección, seguro que a 160 años de fundada la República, los indicadores de pobreza fueran menos dolorosos y se pudiera hablar con orgullo de un país, no de una aldea donde se va la luz, donde la mayoría de la gente no recibe agua en sus hogares, donde no se respetan las leyes, y donde impera un estado en que la alienación permite que se valide el desfalco y la corrupción.

A veces caemos en el campo de la filosofía cuando tratamos el tema. Se oye romántico hablar de valores, se eleva el espíritu cuando recordamos las prédicas de nuestros padres educados en la escuela hostosiana, se nos hincha el pecho recordar a don Juan Bosch, decir «servir al Partido para servir al pueblo», se nos eriza la piel cuando recordamos las enseñanzas de los padres de la Patria y se nos retuerce el corazón cuando pasamos balance y vemos que tantos sueños hermosos se han tornado en pesadillas para este pueblo.

Es tal la alienación que en estos días de transición, siento que vivimos en «tierra de nadie», en una especie de limbo, donde los que se van «recogen» y los que llegan se muestran ansiosos por llegar a ocupar los puestos que dejaron los que se fueron.

Creo que debe crearse una institución que asuma el control del Estado en la transición para que el pueblo no sufra tanto. )Como es posible que haya apagones de diez horas?, )como se justifica que suban los precios, que haya escasez, que exista el caos que se vive actualmente?

En este trajín escuchamos muchas cosas, algunas horrorosas de cómo se ha actuado en determinas instancias del Poder, pero peor es saber que alguien que siempre aparentó ser serio, decir «Consígueme una botella», o «quiero trabajar en la Aduana», o en el «aeropuerto», en fin en la «búsqueda de lo mío».Como si el país fuera la cantera oportuna para «hacerse rico con el menor esfuerzo».

Desde el punto de vista de la práctica clientelita todo esto es permitido sin rubor alguno, es mas ya dije en una ocasión que el que va al gobierno y no se «Hace» es porque es un «pendejo», y si se enriquece en el ejercicio del poder es respetado como un rico y poderoso.

Parece que vivimos el mundo del revés y nadie, absolutamente nadie cree en la gente que va al gobierno.

Cuando el PLD llegó al Poder por primera vez sin haber sido gobierno nunca, los peledeístas, cuyos cuadros dirigentes y medios en su mayoría profesionales de clase media, que durante 23 años en el partido se dedicaron a trabajar en sus áreas, como profesores universitarios, como empleados en el sector privado, viviendo dignamente, no entendí cómo muchos que estaban mejor haciendo lo que hacían se fueron al gobierno a ganar hasta menos dinero.

En su mayoría esos que se fueron a trabajar en el gobierno no pudieron ocupar los puestos que dejaron en el sector privado y pasaron al banco de desempleados, muchos de ellos hasta debieron vender sus casas para poder mantener a sus familias, otros emigraron. Conozco casos como el del síndico de Bonao que después de ser la principal autoridad en su pueblo, emigró y trabajó en Estado Unidos como un obrero cualquiera.

Conozco otros que debieron entregar al banco el carro o el apartamento que adquirieron y que no pudieron seguir pagando luego de pasar el gobierno, porque en verdad, cuando se está fuera del Poder después de haber estado, produce cierta repugnancia y rechazo más si has sido honesto y no usaste el Poder para hacerte rico y extorsionar a la gente como se ha estilado.

Soy de las que cree que cuando se trabaja para el país se debe cobrar, pero un precio justo, que no dañe a terceros. Es más, cuando se trabaja en una organización que persigue ayudar a la comunidad la gente no cobra y si lo hace es algo simbólico para sobrevivir.

Tal vez estoy equivocada y sea una gran estúpida que deje de ser rica por amor al prójimo. O tal vez, como no tengo sangre de comerciante, vea poco ético cobrar millones a la patria pobre o simplemente entienda que cobrar en dólares un servicio al país que se arrastra en la miseria, sea una ofensa porque mis ancestros no me perdonarían tal afrenta y como pienso morir donde nací, me quedo con el asombro de lo que hacen los que no tienen ningún escrúpulos ni respeto por los demás ni por el dinero. Se habla de cifras que dan escalofrío. No veo la diferencia entre la fortuna de un rico del narcotráfico y la de un extorsionador y corrupto.

Creo que hay que pedir el rendimiento de cuentas, ya está bueno de abusos, hay que sentar un precedente y que sea la Justicia sin vendas ni prebendas la que actúe para que se deje de repetir la historia de siempre.

Que quede claro, los corruptos no solo están en el gobierno, ni solo son los senadores y los diputados ni los políticos, a los sin escrúpulos los pare cualquier madre no importa la clase social a la que pertenezca.