Desgaste emocional del personal de salud en primera línea de covid

Desgaste emocional del personal de  salud en primera línea de covid

Entrevista en el laboratorio Nacional a las Vio analista encargada del laboratorio. En foto : Odalis Cedeño Alcántara, HOY Duany Nuñez HOY Duany Nuñez 10-2-2021

Llegar a su hogar y colocar sus pertenencias en una esquina, llevar a cabo todo un protocolo de desinfección y luego poder saludar a su esposo y a sus tres hijas, sin un beso ni un abrazo, solo con la frialdad de un hola, provocó desgaste emocional a la bioanalista Odalis Alcántara Cedano.

Desde el día uno, Odalis procesó y analizó muestras de coronavirus en el escenario principal del país para detectar enfermedades infectocontagiosas, el Laboratorio Nacional Doctor Defilló. Por meses allí se aglomeraron cientos de personas para realizarse la prueba, pero también en el laboratorio se analizan las muestras que se hacen en todos los hospitales a nivel nacional.

El cansancio era profundo. Cuando inició la pandemia la bioanalista pasó de trabajar de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde a salir del laboratorio a las 12:00 de la noche, incluido los domingos. Además, el laboratorio pasó de realizar 30 muestras durante una jornada a procesar cuatro mil en un día.

“Aunque fue un aumento muy grande de pacientes pudimos dar respuesta y brindar el apoyo que la población necesitaba. Cuando empezó la pandemia tuvimos que dar un poquito más de nuestro tiempo, nuestro espacio y de nuestro esfuerzo, pero se hizo con mucha pasión porque fue una experiencia maravillosa poder trabajar con esta situación y me enfoqué en ayudar a las personas que necesitaban de mi apoyo”, expuso Odalis.

Aunque en sus 46 años de edad y 16 como bioanalista Odalis nunca había vivido una situación tan demandante e impactante, aseguró que fue el distanciamiento físico el elemento que la quebró por dentro, pues explicó que es una persona sumamente cariñosa y apegada a su familia y amigos.

“Dejar de hacer lo habitual y favorable para mi vida a tener un distanciamiento físico con mis seres queridos y compañeros de trabajo para mí ha sido algo fuera de lo común”, exclamó la bioanalista.

Indicó que antes de la pandemia acostumbraba a abrazar mucho a quienes la rodeaban, “pero luego que surge esta enfermedad de tan fácil contagio se dio un gran cambio en mi vida, por tener que dejar de ser tan apegada debido a que la previsión del virus lo ameritaba”.

La bioanalista nunca tuvo miedo de contaminarse con el virus y traspasarlo a su familia, pero por previsión mantuvo siempre el distanciamiento con sus hijas de 9, 13 y 16 años de edad, y su esposo. “Mis hijas acostumbran a compartir conmigo antes de ir a la cama y eso nunca se rompió, gracias a Dios”.

Odalis dijo que durante los meses que llegaba a la casa a las 12:00 de la noche su familia le esperaba para compartir con ella, a una distancia prudente. “El espacio de mi familia es sagrado para mí”, acotó.
Por ello, expresó que como cristiana, agradeció mucho a Dios cuando integraron más personal al laboratorio y su jornada se normalizó.

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