Deshielo fílmico, Soy Cuba o la arqueología de un mamut siberiano

Deshielo fílmico, Soy Cuba o la arqueología de un mamut siberiano

CUBA.OBAMA STORY.
En el mes de abril del año 2016, cuenta la leyenda, que un presidente negro criado en Honolulú, Hawai, visitó en viaje oficial La Habana, Cuba.
En efecto, Barack Obama estuvo allí previo al VII Congreso del Partido Comunista Cubano (de sus siglas PCC).
Haciendo historia antes de despedirse de su rol de alto dirigente de una potencia mundial, usando con gracia las redes sociales, para un despliegue de su simple pero aplomada personalidad, tirando desde su propio Twitter, el popular saludo del Solar cubano (qué bolá) que ya es casi universal.
Aquella visita marcaba un destino histórico y la prensa mundial a nivel global así lo hizo notar.
La visita de Barack Obama, su discurso incluyendo referencia a la canción del elegido de Silvio Rodríguez, dedicada a Abel Santamaría, conmocionó de tal modo, que en cierta manera opacó el VII Congreso y las expectativas en relación al proceso interno, pero ese es otro relato lejos de este texto…
Lo cierto es que la nueva situación diplomática entre La Habana y Washington permite pensar en un deshielo fílmico que dos cineastas norteamericanos habían anticipado a inicios de los años 90, del siglo XX : Martin Scorsese y George Lucas.
SOY CUBA : UNA PRODUCCION SOVIÉTICO CUBANA, ESTRENADA EN 1964.
Ambientada en La Habana y tejiendo varias historias entre la ciudad y el campo, volver a ver Soy Cuba (1964), del director Mikhail Kalatózov es como detener un tiempo de la guerra fría que jamás se debe volver a vivir, jamás.
La producción duró 2 años y estuvo en medio de la llamada crisis de los Cohetes, de 1962 cuando la marina norteamericana bloqueó los mares colindantes a Cuba.
Fueron días de grandes tensiones pre nucleares, Kennedy, John, y Jrushchov, Nikita, dialogaban en torno a unas fotos tomadas del emplazamiento oculto de unos misiles estacionados en territorio cubano.
El Vaticano jugó un papel esencial en esta situación vía el Papa Juan XIII con su ayudante diplomático monseñor Pietro Pavan, redactor final de una encíclica relacionada con esta crisis : Pacem In Terris
– Paz en la Tierra-.
El llamado del Vaticano, entonces , fue determinante para poner fin a esta crisis, por la fuerte ascendencia sobre los soviéticos, con quienes el Vaticano tenía fértiles relaciones.
Mientras tanto, seguía la filmación de Soy Cuba (1964) y una vasta delegación soviética incrustaba su mirada naif a una revolución en armas, era el imaginario eslavo sobre un trópico en verde olivo y pólvora, rostros de actores tomados de la calle junto a Sergio Corrieri y Salvador Wood, ambos jóvenes aún.
Descibrir la luz del trópico, reventarla con un celuloide infrarojo, que solo lo producía la industria militar soviética; viajes Habana-Moscú y Moscú-Habana, era una hazaña que tenía su objetivo de valor para el régimen quizás en otros rubros. Pero la producción seguía contra viento y marea.
Paralelo a la película supongo que ambos equipos de filmación, en el proceso, ejercitaban un conocimiento humano de antípodas.
El guión del filme fue concebido por Enrique Pineda Barnet y el poeta sovíetico de moda entonces Yevgeny Yestushenko, a pesar de los talentos, la voz monocorde de Raquel Revuelta narraba desde el panfleto simple la epopeya.
Fue tan importante la cinta, que en medio de la crisis de octubre de 1962, se movilizaron más de 5 mil milicianos armados, para filmar entre las montañas una secuencia del filme.
LAS MEMORIAS DEL MAMUT SIBERIANO O LA PELÍCULA QUE REVIVIÓ COMO LÁZARO.
En el año 2005 un excelente cineasta brasileño, Vicente Ferraz, decidió hacer un documental donde calificaba a Soy Cuba (1964) de Mamut Siberiano, otorgándole a la cinta una nueva categoría fílmica, arqueológica animal, merecida y mítica.
Todas las confesiones posibles, muchos años luego y el asombro ante el redescubrimiento de la película en los Estados Unidos de América, más de 30 años después.
Los que quedan vivos de la gran aventura cubano-soviética entre la emoción y el espanto, confiesan a Ferraz sus tristezas y dudas. La gran mayoría hacía valer su escepticismo.
Aquellas entrevistas son una confrontación inteligente con el tiempo, entre apariencia física en el documental y la real, añoranzas y situaciones de una revolución en el zig zag de su sobrevivivencia.
El director Mikhail Kalatózov, Bela Fridman, jefa de Producción, y Serguei Urusevski, ambos parejas, dormirían el sueño de la eternidad sin saber que pese a la censura, mucho tiempo después, su criatura sería reconocida, aunque fuera con un título arqueológio venido justamente de Siberia.
Cuando se deshiela un Mamut fílmico, moraleja, sobran huesos e historias que contar, para curar tristezas y olvidos, maniobras de estados, que solo el tiempo y su adarga pueden vencer. (CFE).

Nota
Al margen de la brillante obra de Lidia Cabrera, etnóloga, filóloga y antropóloga cubana ( fundamental El Monte ), sobre la cultura del Solar existe un excelente libro de Juan Manuel Chailloux Carmona, ( 1913-1980)titulado Los Horrores del Solar Habanero, publicado en 1945 y reeditado en el 2005.
Finalmente, del mismo modo que Soy Cuba fue censurada, hay otra curiosa historia de censura de la Rai italiana sobre un documental titulado Investigación sobre un Mito de Roberto Savio, realizado en 1972 y que tuvo esperar 30 años después de los derechos vencidos, que estaban en posesión legal de la Rai, para difundirse. Este documental trata sobre una importante investigación, a propósito de la muerte de Ernesto Guevara.

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