Heriberto Morrison 
La designación de Danilo Díaz Vizcaíno como nuevo Ministro de Deportes para el segundo mandato constitucional del presidente Danilo Medina Sánchez fue una acertada decisión dada su reconocida capacidad y liderazgo, lo cual constituye una garantía de continuidad de los principales logros de la pasada gestión y sobre la efectiva ejecución del programa presentado por el partido oficial para el cuatrienio 2016-2020.
Lo primero es que el nuevo incumbente de la agencia gubernamental es una persona que tiene pleno conocimiento del ámbito deportivo y una clara visión sobre los lineamientos estratégicos requeridos para impulsar el Plan Nacional de Desarrollo que fue presentado ante la comunidad el año pasado en procura de un salto cualitativo mediante un acuerdo multisectorial e interministerial, cuya primera mitad abarca un lapso de diez años (2015-2025), siempre en el marco de la Ley 1-12 y el Plan Nacional Plurianual del Sector Público.
El nuevo incumbente de la cartera registra un dilatado historial desde muy joven en el movimiento deportivo, que tuvo sus inicios en el tradicional Club San Lázaro. En poco tiempo incursionó en la política, siguiendo los pasos del profesor Juan Bosch, el venerable patriota y líder del Partido de la Liberación Dominicana, llegando a ser por méritos propios miembro del Comité Central y durante varios años Presidente de la Comisión de Deportes, donde en base a su activismo, carisma y apertura, logró integrar un buen número de deportistas meritorios y dirigentes, colocando al partido a la vanguardia entre los demás en ese renglón.
Desde hace más de dos décadas cuando el PLD todavía no había llegado al poder nos correspondió bajo la conducción de Danilo Díaz conjuntamente con otros compañeros, la elaboración de los primeros trabajos sobre la oferta deportiva de la organización en tiempos de campaña para ser integrados a los Programa General de Gobierno del partido.
Al producirse el ascenso del partido al gobierno en el 1996, la Comisión de Deportes había preparado un moderno y actualizado programa deportivo, pero cuando todo parecía estar definido y se nos había informado que Danilo sería designado Secretario de Deportes, en los últimos días antes de la instalación del nuevo gobierno, el presidente Leonel Fernández sorprendió a todos con la designación del inmortal Juan Marichal, quien se mantuvo en el puesto por los cuatro años. Danilo Díaz fue designado como Subsecretario Técnico, donde realizó una encomiable labor ejecutiva institucional y fue la figura clave para la realización exitosa de los XI Juegos Deportivos Nacionales Mao 97.
Luego pasó a ocupar la Dirección General de Migración, donde realizó una notable labor de eficiencia, autoridad y transparencia que mereció el reconocimiento de los diversos sectores públicos y privados. Lo mismo se puede decir de su desempeño como integrante del Consejo Directivo del Banco de Reservas, y sus eficientes servicios al frente de la Secretaría de Asuntos Electorales del PLD por espacio de varios años.
En el momento de pasar al cargo donde acaba de ser colocado, Díaz se desempeñaba como asistente del Presidente de la República, donde se le asignó una serie de responsabilidades en materia de gestión gubernamental, en una demostración de la confianza depositada por el jefe del Estado.
Se puede afirmar que su designación ha sido una muy buena noticia para la comunidad deportiva doméstica por su laboriosidad y gran capacidad de concertación, y la mejor demostración fueron sus palabras al ser posesionado por el Lic. José Ramón Peralta, Ministro Administrativo de la Presidencia, al afirmar que procurará un gran pacto entre los diversos sectores para conducir al deporte nacional a una plena etapa de desarrollo, y además reconoció la ingente labor llevada a cabo por el titular saliente, Jaime David Fernández Mirabal.
En conclusión, el deporte nacional está de júbilo con la designación de Danilo Díaz, un deportista de pura cepa y gerente capaz, con lo que se despeja cualquier inquietud de improvisación. El avance de esa importante actividad vernácula está garantizado.
